Evidentemente no me refiero en absoluto a “los valores que cotizan en las Bolsas de Valores de los países más ricos del Planeta Tierra.
Me refiero exclusivamente a lo que sabiamente llamamos VALORES, VALORES MORALES, esas referencias de base sobre las que se fundamentan la ÉTICA, y -más concretamente- lo que a mí me gusta llamar “la Ética de la vida cotidiana”, es decir, la Ética más concreta, más cercana y encarnada; ésa que nos compromete y nos define personalmente; ésa que define nuestra VALÍA como personas. En el polo opuesto a esos valores morales, encontramos “el TODO VALE / el JUSTIFICAR lo INJUSTIFICABLE, o sea: aceptar o decir SÍ cuando sólo el NO es de justicia, cuando el NO es el ÚNICO VALOR que se pueda y se deba afirmar sin matices, sin componendas ni “maquillajes” (es decir, para que todo “huela bien”, para que todo “quede bonito”, para “quedar bien frente a nosotros mismos y frente a los demás”). Frente a este tipo de “maquillaje estético”, yo pregunto: ¿Puede haber Belleza donde no hay Ética, es decir, donde no hay VALORES? Entre las lenguas que nos son más cercanas y que más se hablan en nuestro Planeta, sólo la lengua castellana (que yo sepa) identifica el VALOR (el “tener valor”) con la VALENTÍA (con el hecho de “ser valientes): En efecto: tanto en Inglés como en Francés, el VALOR de una persona VALIENTE, (la VALENTÍA), se traduce con el término “COURAGE”: coraje. Sin embargo, en Castellano, el CORAJE de una persona valiente, equiVALE a ser una persona CON VALOR, que tiene EL VALOR DE AFIRMARSE; un “gesto necesario”, algo que no todo el mundo tiene el coraje de poner en práctica. Mi amor por la Lengua y por la literatura me lleva a imaginar que quizás no sea una casualidad el hecho de que sea en Castilla -esa región de España que da nombre a nuestra lengua común (el Castellano)- donde “nació y llevó a cabo sus famosas hazañas” el noble personaje de la literatura universal Don Quijote de la Mancha. Y digo que “quizás no sea una casualidad” porque -en el ámbito de la Semántica y de la Moral- a veces hace falta encarnar a nuestra manera esa noble figura, “ser un Quijote”, es decir, TENER EL VALOR necesario para afirmar y defender ciertos valores de “la Ética en nuestra vida diaria”. Pienso que de ese valor “quijotesco”, de esa fuerza interior profundamente ética y noble, toma su talla y su calidad nuestra propia VALÍA personal, una perla del alma tanto más bella cuanto que a veces es una joya rara, difícil de encontrar. A mí me seduce “LA IMAGEN” DE LOS GRANDES ÁRBOLES, porque viven y mueren de pie. Por eso quise marcarla como imagen metafórica en “mi perfil”, cuando me inscribí en el Foro de Poemas del Alma hace más de tres años. En mis “reflexiones igorianas” se me antoja pensar que “el Derecho” (sobre el que se fundamentan las leyes de la justicia en los países que todos conocemos) es lo opuesto a “vivir acostado” o a “actuar torcidamente”, pues sólo puede dignificarnos una forma de actuar y de afirmar ciertos valores "rectamente" (co-rrectamente) con nuestra propia valía personal. Constatamos una vez más que la lengua es una preciosa mina de sabiduría, e incluso un ejemplo de estética. Y es que Ética y Belleza se necesitan la una a la otra. ¿O no?
COMENTARIO: Le dedico estas letras a mi padre, a la entereza de su valor (de su valentía) como hombre. De él he aprendido los valores que nos permiten "vivir de pié" y la belleza quijotesca de los grandes árboles.
Os deseo un bonito Domingo.
Me refiero exclusivamente a lo que sabiamente llamamos VALORES, VALORES MORALES, esas referencias de base sobre las que se fundamentan la ÉTICA, y -más concretamente- lo que a mí me gusta llamar “la Ética de la vida cotidiana”, es decir, la Ética más concreta, más cercana y encarnada; ésa que nos compromete y nos define personalmente; ésa que define nuestra VALÍA como personas. En el polo opuesto a esos valores morales, encontramos “el TODO VALE / el JUSTIFICAR lo INJUSTIFICABLE, o sea: aceptar o decir SÍ cuando sólo el NO es de justicia, cuando el NO es el ÚNICO VALOR que se pueda y se deba afirmar sin matices, sin componendas ni “maquillajes” (es decir, para que todo “huela bien”, para que todo “quede bonito”, para “quedar bien frente a nosotros mismos y frente a los demás”). Frente a este tipo de “maquillaje estético”, yo pregunto: ¿Puede haber Belleza donde no hay Ética, es decir, donde no hay VALORES? Entre las lenguas que nos son más cercanas y que más se hablan en nuestro Planeta, sólo la lengua castellana (que yo sepa) identifica el VALOR (el “tener valor”) con la VALENTÍA (con el hecho de “ser valientes): En efecto: tanto en Inglés como en Francés, el VALOR de una persona VALIENTE, (la VALENTÍA), se traduce con el término “COURAGE”: coraje. Sin embargo, en Castellano, el CORAJE de una persona valiente, equiVALE a ser una persona CON VALOR, que tiene EL VALOR DE AFIRMARSE; un “gesto necesario”, algo que no todo el mundo tiene el coraje de poner en práctica. Mi amor por la Lengua y por la literatura me lleva a imaginar que quizás no sea una casualidad el hecho de que sea en Castilla -esa región de España que da nombre a nuestra lengua común (el Castellano)- donde “nació y llevó a cabo sus famosas hazañas” el noble personaje de la literatura universal Don Quijote de la Mancha. Y digo que “quizás no sea una casualidad” porque -en el ámbito de la Semántica y de la Moral- a veces hace falta encarnar a nuestra manera esa noble figura, “ser un Quijote”, es decir, TENER EL VALOR necesario para afirmar y defender ciertos valores de “la Ética en nuestra vida diaria”. Pienso que de ese valor “quijotesco”, de esa fuerza interior profundamente ética y noble, toma su talla y su calidad nuestra propia VALÍA personal, una perla del alma tanto más bella cuanto que a veces es una joya rara, difícil de encontrar. A mí me seduce “LA IMAGEN” DE LOS GRANDES ÁRBOLES, porque viven y mueren de pie. Por eso quise marcarla como imagen metafórica en “mi perfil”, cuando me inscribí en el Foro de Poemas del Alma hace más de tres años. En mis “reflexiones igorianas” se me antoja pensar que “el Derecho” (sobre el que se fundamentan las leyes de la justicia en los países que todos conocemos) es lo opuesto a “vivir acostado” o a “actuar torcidamente”, pues sólo puede dignificarnos una forma de actuar y de afirmar ciertos valores "rectamente" (co-rrectamente) con nuestra propia valía personal. Constatamos una vez más que la lengua es una preciosa mina de sabiduría, e incluso un ejemplo de estética. Y es que Ética y Belleza se necesitan la una a la otra. ¿O no?
COMENTARIO: Le dedico estas letras a mi padre, a la entereza de su valor (de su valentía) como hombre. De él he aprendido los valores que nos permiten "vivir de pié" y la belleza quijotesca de los grandes árboles.
Os deseo un bonito Domingo.
- Autor: Igor P.d.S. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de noviembre de 2013 a las 11:47
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: nellycastell, El Hombre de la Rosa, CARMEN, FELINA, la negra rodriguez, Diluz
Comentarios5
Muy buen aporte querido francés. Agradecida HORA Sé POR QUé AMO LOS RIOS Y TODO LO QUE NADIE PUEDA DETENER...pero las Fuentes también me inspiran. Te abrazo y saludos.
¡Ay los ríos!
¡Ay las fuentes y TODO LO QUE NADIE PUEDA DETENER...!
Y es que Nellycastell y sus imágenes poéticas son así: bellas y fabulosas...
Pasaré a leerte uno de estos días. Te envío un fuerte abrazo.
Querido Igor, estás aquí como ese árbol, que plantaste en tu corazón un día, espero ver sus hojas siempre reverdecer por muchos años, sé que seguirás en poemas hasta el final...Me encanto pasar por el rincón de tu poesía, igual que en los viejos tiempos.
Abrazos Colombianos.
"...igual que en los viejos tiempos.
Abrazos Colombianos" (me dices tú, querida amiga Felina).
Y a mí que tanto "me toca" (y me trastoca) la nostalgia, me encantan tus cariñosas palabras y esos bellos recuerdos que yo comparto plenamente contigo.
Gracias un millón, querida amiga. Pasaré pronto por tus poemas, porque me apetece mucho volver a leerte.
Un abrazo fuerte.
Excelente trabao Igor, las palabras y sus valores , leyendo recorde el diccionario que hicimois recuerdas?
todo loq mue emprendes tiene mucha calidad y eso nos enseña mucho porque das mucho en cada entraga.
besos.
besos.
Sí, sí..., claro que recuerdo el "Diccionario del caminante"; otra forma de poner en valor las entrañas de las palabras y la poesía que llevan dentro.
Gracias, amiga, por tus palabras y por tan bellos recuerdos.
Besos y abrazos.
Un tema que vale la pena, ciertamente, Igor, porque muchas veces se incurre en el prodigar halagos según el propio criterio de cada uno, tratando de bellas personas, buenas personas, excelentes personas, genias/genios etc, nuestro idioma abunda en palabras… pero que muchas veces se opacan ante la realidad del verdadero obrar de las personas, apañando, festejando, alabando, todo lo que en realidad encarna el opuesto a algo que acá muy bien dejas expresado, algo tan esencial como profundo y que has manejado muy bien desde tu pensante y reflexivo decir,
“la Ética de la vida cotidiana”, es decir, la Ética más concreta, más cercana y encarnada; ésa que nos compromete y nos define personalmente; ésa que define nuestra VALÍA como personas.
“Me refiero exclusivamente a lo que sabiamente llamamos VALORES, VALORES MORALES,”
Algo de lo que lamentablemente no todos hacen gala de merecimiento, al incurrir en profundas contradicciones, entre la ética y la moral propia al festejar o avalar actitudes incorrectas en el obrar ajeno.
Algo donde muy bien se acomodan estos tus pensamientos en que expresas…
“En el polo opuesto a esos valores morales, encontramos “el TODO VALE / el JUSTIFICAR lo INJUSTIFICABLE, o sea: aceptar o decir SÍ cuando sólo el NO es de justicia, cuando el NO es el ÚNICO VALOR que se pueda y se deba afirmar sin matices, sin componendas ni “maquillajes” (es decir, para que todo “huela bien”, para que todo “quede bonito”, para “quedar bien frente a nosotros mismos y frente a los demás”).
Y concluyes…
“Frente a este tipo de “maquillaje estético”, yo pregunto: ¿Puede haber Belleza donde no hay Ética, es decir, donde no hay VALORES?”
Decididamente creo que no, Igor, y que por mucho que maquillemos y maquillemos, cae el telón sobre la triste realidad de algunos procederes inconfesables en que las bellas palabras no son avaladas por los hechos.
Por otro lado considero muy loable lo que acá tan bien expresas, “gesto necesario”, (como a mí me gusta llamarlo); algo que no todo el mundo tiene el coraje de llevar a cabo o de poner en práctica. Si no, quizás todos seríamos “héroes cotidianos”…Y es que todo valor moral es un bello acicate, una bella "razón" para construir nuestra vida de todos los días; para construirla con el valor necesario.
Esto hace a mi entender el verdadero valor en el reconocimiento de las actitudes, en que aquí lo afirmas al decir… “-en el ámbito de la Semántica y de la Moral- a veces hace falta encarnar a nuestra manera esa noble figura, “ser un Quijote”, es decir, TENER EL VALOR necesario para afirmar y defender ciertos valores de “la Ética en nuestra vida diaria”.
Nada de nada tendría verdadero valor si no damos ejemplo de la palabra con los hechos.
Y con respecto a los árboles que tanto ejemplo de vida nos dan, ellos, si saben morir de pie, y sin dar fruto equivocado, solo la intolerancia, la hipocresía, la soberbia humana, etc, etc, consiguen que un ser humano prefiera morir …por decir, “de pie”, sin poder reconocer cuando ha obrado a porfía y con soberbia, tal como solemos decir, sin dar el brazo a torcer, persistir hasta creerse las propias mentiras, “buenas personas”
Así es, querido amigo Igor, como tus “reflexiones típicamente igorianas” y que mas allá de coincidir con ellas hasta donde mi pensamiento me lo permite hurgando en el propio saber dentro del limitado entender de cada uno mismo, saben llevarme a a mis propias reflexiones que necesariamente se acomodan al diario devenir en que cada uno transcurre su existencia.
Y de tu conclusión reafirmo lo que perfectamente concluyes al decir…
“-al igual que los grandes árboles- lo opuesto a “vivir acostado” o a “ser torcido”, pues no es digno perseguir obtener nada que no se pueda conseguir "con nuestra propia valía personal". “Y es que la lengua es una preciosa mina de sabiduría (de filosofía de la vida cotidiana, quiero decir).”
Y lo has dicho todo de maravillas.
Con mi cariño y desde ya me sepas disculpar lo que puedas encontrar no concordante con tu propio criterio.
A mi me encantó y enriqueció esta lectura de tu reflexionar igoriano.
Con mi cariño para ti, querido Poeta.
Diluz
Amiga Diluz:
¡Qué gozada leer tan bellos destellos de tu alma en tu comentario!
Tus palabras y la rica lectura que haces de mis letras me han permitido descubrir con más intensidad de lo habitual el hecho de que compartir poemas o todo otro tipo de expresión poética, así como intercambiar palabras y sentimientos con las personas que lees y que te leen, es una fuente de riqueza sencillamente conmovedora. No sólo porque compartir belleza es siempre bello, sino porque esa belleza que compartimos nos hace entrar un poco en el alma de la amiga o el amigo con los que compartes e intercambias "palabras".
¡Ay las palabras...!, por eso se me ocurrió eso de "Palabras...mucho más que palabras".
Además, "la magia" y ese contenido "sagrado" que tienen algunas palabras nos llevan (a ti como a mí) no sólo a maravillarnos del "peso específico" que contienen algunas de ellas (las palabras), sino a profundizar con la razón y el pensamiento en la riqueza y en el alcance (entre otros ético) de su semántica.
Gracias amiga poetisa por tu rico y cariñoso comentario.
Te envío un fuerte abrazo.
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