DESDE EL TIMÓN

jose lopez dobleazur


Desde mi puesto en el timón, te miro apoyada en la base del palo mayor.

Lees, abrazando tus piernas, ese libro tan leído y querido, de hojas dobladas por el uso y barnizadas de sal.

Te miro envuelta en una luz de nácar y la vela mayor que gualdrapea te impide oírme decir cuánto te quiero.

Giras la cabeza y descubres en mi mirada la luz del deseo de adolescente perpetuo y me respondes con el beso de tu sonrisa.

Después de tantos años navegando juntos, me pregunto, ¿qué hubiera sido de mi barco, de mi mar y de mí, si no hubieras existido…?

 

  • Autor: Dobleazur (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 27 de noviembre de 2013 a las 07:10
  • Comentario del autor sobre el poema: He tenido la dicha de vivir esos momentos mágicos que aquí describo. Momentos que bien valen una vida. Momentos de silencio, porque sobran las palabras. Momentos que solo se impregnan de gestos, de miradas, de intercambio de amor... Allí estábamos: ¡El velero, la Mar, y el Amor de Ella!
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 158
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
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Comentarios +

Comentarios2

  • El Hombre de la Rosa

    Formidable el hombre que sabe maneja el timón de su casa y de su gente amigo Dobleazur...
    Lindo tu poema amigo
    Saludos de Críspulo

  • jose lopez dobleazur

    El placer es mío al leer tu comentario.
    GRACIAS por tu asiduidad a mis letras. En estas quise reflejar recordándolo ese momento tan especial, que tuve la suerte de vivir hace algún tiempo y que gratamente me acaricia el alma. Es como cuando soplamos sobre el poso del polvo del tiempo acumulado y que desempolvamos las muestras de tantos y tantos momentos de nuestras vidas que hemos tenido y que, guardados en el baúl del alma, duermen en silencio su pasada gloria.
    Esos momentos tan especiales nunca debemos dejar de recordarlos más a menudo y sin dejar de mirar a nuestro frente, a la línea del horizonte, un reojillo atrás siempre reconforta.
    Que seas feliz, mi buen amigo.



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