Que cómo te pude olvidar,
me vienes a preguntar,
con todo el sinísmo del mundo,
y con un descaro total...
Te diré que alguien me enseñó,
que aunque se jure con el alma amar,
te pueden abrazar otros brazos
y otros labios te pueden besar...
Todo lo visto ha funcionado,
para enseñar tienes gran virtud,
porque de todo lo que he aprendido,
mi maestro fuiste Tú!...
Y como ironía de la vida,
esta alumna superó al maestro,
porque tu aún lloras, no me olvidas,
y yo nada siento al recordar lo nuestro.
- Autor: Anahi Montero ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2013 a las 23:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: Alcides.
Comentarios1
Bellas letras!!
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