Me enseñaron
que el placer es malo,
que el dolor purifica,
que en tus labios
está el pecado.
Me educaron para
escribir en prosa,
para hablar de cosas serias,
para no-rodar de feria en feria.
Y un buen día;
conocí la poesía.
Me vestí de rojo-sandía.
Des-anudé los nudos
que me amordazaban.
No tiré la toalla.
Prometí pecar a manos llenas.
Escribí en verso.
Trabajé de noche.
Disfruté del derroche
del aliento de tu boca.
Bendito sea el día
en que conocí la poesía.
MIGUEL
- Autor: bakunin68 ( Offline)
- Publicado: 28 de noviembre de 2013 a las 05:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Mucha poesía en tu hermoso poema amigo Bakunin68
Ha sido un placer leerlo
Saludos de amistad de Críspulo
Como siempre CRÍSPULO, gracias por tus comentarios.
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