Tristeza quieta alborotada de neuronas,
callada semidormida,
ronronea lo opaco de sus horas.
Tristeza quieta y disuelta,
en recuerdos y melancolía,
una melodia desierta,
cantada por una medio sonrisa.
Tristeza gris,
agobiada de preguntas,
tristeza gris,
agobiada de conjeturas.
Tristeza gris, no entristece por la duda,
sino por la respuestas que otros quieren imponer a su pregunta.
Yo no quiero un Dios que me diga que soy libre de actuar,
pero a la vuelta de la esquina todo lo que hago esta mal,
Quiero un Dios que me diga que soy eternamente libre,
y que vivir es mi meta, mi instante y mi verdad!
- Autor: Lechuza (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2013 a las 19:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios2
Bonito y valiente tu poema. Me gusta.
Vivir plenamente... no hay otra manera de hacerlo, es cuando somos y seremos, palabras e imposiciones de otros carecen de valor, me encantó leerte... dulce y querida amiga.
Cálido abrazo con cariño y amistad sincera -de este amigo- que te aprecia, te deseo un radiante y pleno fin de semana.
Siempre me gustan muchas palabras, te agradezco de corazón que me leas 🙂
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