En la mesa un cenicero,
En el costado del cenicero
Un cigarrillo encendido y un hilo de humo subiendo,
Llena la atmosfera de más neblina de la que ya hay en mi mente…
Adentro; un silencio inmenso y las palabras revueltas en mis sesos…
Afuera; personas caminando, murmullando, autos pasando en la vía
Afuera nada ha cambiado hay poca luz pero aun es de día,
Mi vida; dividida en lo que debo hacer y lo que quiero hacer,
Y yo estoy aquí, fumando un cigarrillo haciendo un stop en mi vida,
Tú; a la expectativa…
Enciendo otro cigarrillo,
Esta vez lo consumo con más rapidez,
Inhalo fuerte y hondo,
Esto impide que aflore el dolor que llevo en el pecho
Exhalo para poder tomar aire,
Humedezco mis labios tratando de pronunciar algo,
Pero, ni siquiera las palabras se atreven a enfrentar
Lo que está expuesto en la mesa,
El tiempo pasa, tú esperando respuestas
Yo dando vueltas en mi cabeza,
Y como siempre pasan las horas,
Se agotan los silencios,
Se consumen los sentimientos,
Igual que todos los cigarrillos que uno tras otro voy encendiendo.
- Autor: Fatima Benitez D. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de diciembre de 2013 a las 15:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1907
- Usuarios favoritos de este poema: FELINA
Comentarios2
Fátima, fumar es malo, muy malo... si no puedes dejarlo, unos chicles de nicotina pueden ayudarte. Cuando consigas dejar ese vicio de fumar, verás cono te cambia la vida: respirarás mejor, la comida tendrá su sabor auténtico...¡En fin! Vida sana que te potenciará una mente sana. Saludos.
Fatima, me gustó mucho tu poema, el humo de un cigarro envuelto en tan lindos versos que salen del sentimiento, o del intelecto, ya sea real o incierto.
Recibe mis abrazos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.