No dejo de escribir

Oscar Perez

No dejo de escribir

 

No dejo de escribir, yo que no dejo

de escribir desde que tuve arte rupestre

y cuentas como nudos y oraciones

hechas de fuego y de semilla en pleno rito.

Hay quien dice que el río es letra mía,

que el viento un borrador para el mensaje hecho de rocas,

de arena, de aluvión, de nubes verdes

y luego del maíz cuando la tierra contestó mi ruego.

Alguno ve en los árboles mi boca,

en un arado mi palabra, en el silencio

lo que queda por decir entre claveles,

alguno de mi mano halló su verbo,

lo usó para sentarse, para el frío,

para esperar en la mesa al forastero,

para dormir en paz y ya abrazados por un cuerpo tibio.

Alguno se marchó sin saber nada,

ni de los gestos de su sombra ni del grito

de su frente arrugada por penas y por preocupaciones,

ni menos de la voz que nos dejó para el lamento,

para pedir por él o ella y por los muchos que requieren calma

para entender, como ellos, que toda eternidad es transitoria.

Otro todo lo dio, sudor, camisa,

la más tierna oración por nuestra especie,

la límpida verdad vertida en actos

o abrazos en la piel de la tristeza y la alegría.

Ninguno más la vio, somos tan ciegos

que es nuestro ombligo el sol del egoísmo

y el resto nada más que testimonios del suspiro

en que no fuimos sino errar en los disfraces de la tierra.

Por eso escribo, por que cuando no escribo

lo hacen por mí los fantasmas de este mundo,

los ciclos de la aurora y de la tarde,

los légamos fluviales en que el universo es cada noche recreado,

los rostros en que es claro lo que queda por decirnos,

los mágicos espacios entre y verbo y verbo suspendidos,

las hendijas en que brota el porvenir de letra a letra.

Escribo por amor, por amor callo,

pero es sólo la palabra la que me da la vida,

pronúnciala también, tú que padeces por mi culpa,

que de tu perdón depende

que el universo nos siga, valiente, amamantando,

de tu aletear que el pueblo distinga las memorias

de las hoscas cenizas de un futuro amurallado,

y del niño que no fui la razón justa

para ese madurar con tanto sueño adelantado.

Escribo porque sí, yo porque sí no escribo,

lo entiendes, corazón, porque conmigo y cada noche

tú te vas en la espiral de esta pasión agigantando.

 

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

 

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  • Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 2 de diciembre de 2013 a las 06:55
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 64
  • Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, , grabra
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Comentarios +

Comentarios1

  • kavanarudén

    Fantástico mi amigo y confidente.
    Dios me lo bendiga siempre.

    Kavi

    • Oscar Perez

      De nada, amigo, un abrazo fraterno, saludos.-



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