(A Isabel García Lorca : Descanse en Paz.)
Su corta edad no exime la alabanza,
que premia y endulza, seria y femenina,
la atención que presta compungida
a la escala musical que aún no abarca.
Sus manos, diez dedos extendidos, .
Los pedales sus pies no alcanzan
y ya toca con suave armonía
una suite apasionada para la danza.
Su retrato, en el salón está colgado,
y llena de color toda la estancia,
de parte a parte, de un al otro lado.
Mudo, en su rincón descansa,
pegado a la pared, aquel piano
que tanto dolor y secretos guarda.
- Autor: luismaria ( Offline)
- Publicado: 2 de diciembre de 2013 a las 20:33
- Comentario del autor sobre el poema: En la casa-museo de Federico García Lorca, la Huerta de San Vicente, conviven dos pianos:uno de pared y otro de media cola que don Federico García Rogríguez, padre del poeta le comprara cuando su maestro Antonio Segura le asegurara la maestría nata de Federico para la música y le aconsejó que lo enviara a París para ampliar estudios. En esos pianos, Federico enseñaba a tocar a su hermana pequeña, Isabelita, a la que amaba profundamente. Este soneto quiere ser un homenaje a aquella niña que fue el centro de la familia García Lorca, y con el tiempo magnífica catedrática de Filosofía y Letras, en los EE.UU. de América y España.
- Categoría: Sin clasificar
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Comentarios3
Interesante...
Lindo soneto estimado amigo.
Saludos amistosos de
Peregrina
Gracias por tu comentario, Peregrina,amiga en la poesía.
que linda poesía, muy bella y profunda
Gracias por tu comentario, Ignorante, me alegro que te guste.Un saludo.
Un bello homenaje el que entregas querido amigo, muy bello soneto. Recibe mi saludo y abrazo.
Gracias pr tu comentario, amigo...
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