Otro vago pasaje…
Noche que se presenta con resignación,
ya ni se reciben las farolas,
las tardes olvidan despedirse.
La botella,
que ostentaba sombra sobre la mesa de siempre,
ha fallecido en mis primeros cantares.
¡Oscuridad amarga! ¡Insomne amaro en su pureza!
Incontables veces haz golpeado a mi puerta,
y abofeteado con la desdicha.
¿A caso no te obsequie, rosas y espinos
hasta llegar a ser polvo entre el polvo?
¡Conviérteme en lodo! si es tu voluntad,
pero no arrebates el calor de esta carne desgarrada.
- Autor: Matias Ezequiel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de diciembre de 2013 a las 03:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Hermosa y placida ha sido la lectura de tu gran poema amigo EzeMC
Saludos de amistad de Críspulo
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