Aún es día, Aún es vida. - Prosa.

—Mamá, que es la belleza para ti ?

Ah. Mi hijito, son tantas cosas, puede ser una flor que te guste, un color que te atraiga, un cariño que recibas, o también que lo entregues, un caramelo de chocolate también es una belleza cuando se disuelve en tu boca, y sabe a “quiero más”…y otras, que las irás descubriendo solo tú, en tu vida….

Esto es lo que diría mi madre y lo desearía escuchar, pero ni ella ni yo tuvimos tiempo para saber de las necesidades de cada uno, en su momento. La vida es tan curta, hay tantos obstáculos que saltar y si no te gusta coger atajos, hay muchas piedras que sortear, más bien montañas, que se engrandecen abruptamente a medida que te acercas a ellas.

Ya mi padre me diría que belleza es el coche nuevo que está en el garaje, claro que tenía sus y muchos puntos positivos, pero para un niño la sencillez es fundamental, al final, como un árbol que está creciendo, lo que le falta de básico es el agua y la tierra, pues, de la poda, que le interesa la poda al árbol cuando es todavía una semilla?

Hasta algún tiempo atrás, me quedé dividido entre la "belleza" de mi madre y el coche de mi padre, pero cuando descubres la verdadera belleza, es que has empezado a hacer parte de la naturaleza, del universo, estás abierto a las señales que recibes, sutilmente, y tu mirada empieza a limpiarse de todos los perjuicios que has acumulado en tu camino.

Yo me quedé con la belleza de las flores, el cariño entrecortado o sollozado de mis padres, y muchos, muchos caramelos que me han sabido amargo, quizás porque no me habían enseñado que debería quitar el papel, porque es en su interior que está la verdadera dulzura, como en las personas…otra cosa que he aprendido tarde, pero a tiempo, porque aún es día, aún es vida…