Me quedé suspendida en mi sombra, sumida en lo profundo, arrastrando mi espíritu por la noche sin límite.
Me quedé sumida en la noche, buscando mi sombra suspendida, alzada en el aire, donde el viento golpea.
Me quedé en el umbral de mi sombra, desatando la lluvia, descifrando el relámpago, esperando el fragor que al silencio precede.
Y cuando me hallaba en la oquedad del relámpago bajo, el secreto de bailar el viento, un rítmico torbellino ascendió con retorno de olas convertido en tu voz.
- Autor: Japonesa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de enero de 2010 a las 14:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 109
- Usuarios favoritos de este poema: Nelly Altuna
Comentarios2
la sombra es una variacion de la luz... nuestra mejor amiga asi dicenn xD
saludos
Y cuando llegué al final de tu poesía, la releí,
me gustó mucho Japonesita
un beso
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