Fué un instante, un aleteo de colibrí.
El agua deslizándose sobre su piel,
bajaba desde su cabellera por su cuello,
deslizándose con delicia hacia su pecho.
Fué casi un aleteo de colibrí, uno sólo.
La toalla se deslizó hasta su costado
dejando al descubierto mi vivo deseo.
Menos de un segundo, un aleteo intenso.
Un reguero de agua saboreando su seno.
Comentarios2
Buen poema amigo me encanto leerte
Un abrazo desde Perú
Eugenio
Un intento de hacer algo erótico.
Saludos cordiales
Me gusta ese instante de poesia que se desliza y saboreo los versos tan bellos y vivos.
Un abrazo
Me es grato leerte y me divierte y alegra.
Saludos cordiales
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