SALIENDO POCO A POCO

 

 

Más de una semana, pasó, desde la última vez que he escribido algo en mi diario. Como siempre tuve la crisis de alergia mezclada con fiebre alta, cuerpo dolorido, tos, ojos lagrimeando. Nariz sin parar un segundo de escurrir, los muslos doloridos, hasta la piel del cuerpo y de la cabeza dolorida.  Si tanto me gusta  Diciembre, no entiendo por qué sufro siempre, quizá sea mi mes negativo en mi signo.

Hoy un poco mejor, pero sin estar totalmente fuerte, me he sentado un poco para que entiendan el porqué de mi silencio.

Agotada, sencillamente agotada. Sin ganas de nada, dormir es lo que quiero hacer. Sé que de un momento al otro, quedo bien. Solo tengo que esperar.

Si no me conocen dirán, “es la edad “yo digo,” no, es el todo de un año sin descanso en mi corazón.”

Los disgustos no matan, pero marcan. No tienen por qué quedar marcadas en la cara las bofetadas, las que más mal hacen son las que no dejan marcas.

Parece que hay gente que para vivir tienen que  chupar la sangre de otros.

Sanguijuelas, que no debían de existir.

Pero equivocados están, quien me ha comido la carne, comerán los huesos, eso seguro.

Si tuviera algo que reprochar en mi manera de ser, aceptaría un poco mejor, pero sé que la verdad es tan sencilla como  una gota de agua. Mismo de rodillas besando el suelo que piso, nunca me agradecerían todo lo que por ellos hice en la vida.

De hace cuatro años a esta parte, es una película de terror, hasta su físico ha cambiado, la maldad se ha apoderado de ellos.

Hasta una cama tuve que comprar, pues la mía huele a moho, la ropa que he dejado va derechita a la basura, que siniestras, son sus figuras, una aurea de maledicencia las acompaña.

Normal que enferme, si antes era normal, ahora es casi obligatorio, para descansar de tanto pensar en el porqué de tanta mala voluntad,  hipocresía, falsedad y mentiras.

Me escondo, intento no cruzarme, con ellos, andar cogiendo aire puro, pues tengo que ir para adelante, ahora más que nunca, satisfaciendo mis deseos, comprar lo que me hace falta, volver a empezar como si fuera el principio de mi vida.

Dejar de lado el ahorrar, ser yo solo yo, ya que poco más tengo.

En el sub mundo, de nuestro pensar, mucho está por explorar, lo voy hacer y regalarme lo que quiero.

Si de otra manera lo hiciera, era estúpida e loca. Quiero que lo que me falta para vivir lo haga con comodidad, confortable, lo que he dejado que lo coman, mejor si lo tragan entero.

Si la vida  en bases de falsedad, se construye tarde o temprano se desmorona, más deprisa que un suspiro.

Espero y deseo quedar bien de todo. Sé que sí, pero un poco de paciencia tengo que tener.

La fuerza de mi voluntad es inmensa, el deseo de vivir igual. Si tengo todo para conseguirlo, no puedo tener dudas.

Quiero cambiar la tristeza que en mi diario se siente, por algo fresco y dulce que el sabor pleno de vivir como deseo, me regala al despertar todas las mañanas.

 

Porto 6 de Diciembre de 2013

Carminha Nieves