Tres, son los corceles
que eléctricos y oscuros
arrastran,
el día a la noche
y los ríos al océano.
Iluminados, los quijotes
que a la suerte del hombre
sostienen,
la lagrima flotante
entre sangre de caña
y silencios no dichos.
Espinas que se encuentran
¡Ay del amo adorable!
tras el velo de los eclipses
y las prófugas nubes
que lunas tajan.
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Autor:
Arregui Damian (
Offline)
- Publicado: 7 de diciembre de 2013 a las 10:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Me encanta tu poema porque pones todo tu empeño en tus hermosos y preciados versos amigo Arregui Damian
Un placer leerlo...
Saludos de amistad y afecto...
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