Ese viento que trae recuerdos de hedor a muerte,
La hoja verde que del árbol se desprende,
y en un eterno instante marchita cae tras el otoño,
mas va quebrase cual sueño roto en el suelo agreste,
y el árbol al que tallamos un corazón somos extraños.
Y nuestro amor se resume a esta vieja y borrosa mancha en el peltre,
vasija que usa mendigo a su poder para pedirle limosna a multitudes sin vientre,
de lamia en aspectos, de fuego helado como aliento.
Y otorgan monedas de oro y plata intangibles revistiendo dueños,
Tallados vestigios por brazos que fueron lacayos.
Esa fornida adulación de los silencios,
que se trasforma en dolor socavante.
Esa paz sin locura que estrangula los sueños,
marchita los cielos y al vacío dedos convulsionantes…
Cual cáncer consume el aliento del sueño viador,
Allá, en el reino de estupor se miente el precario,
para conservar momificada la ilusión.
- Autor: Martinez Deschamps (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2013 a las 01:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios3
La gratificante belleza de tus letras asombran la pluma de los más preciados poetas amigo Gustavo
Abrazos de amistad y de afecto
Críspulo El Hombre de la Rosa
muchisimas gracias maestro... todo es cuestión de amor, es para mi un grandisimo placer ser privilegiado con su critica
muy buen lenguaje
gracias mi hermano
Lenguaje poético muy bien expresado. Nostalgia, fuerza, dolor, tristeza se dan la mano caminando por la senda del verso. ànimo amigo poeta.
Dios me lo acompañe siempre.
Kavi
hombre muchisimas gracias...
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