La partida de póker terminaba temprano. El rey de oros, tras retirarse el atuendo monárquico, abandonó el mazo de cartas, cobró su quincena – poco más del sueldo mínimo- y caminó a la estación del subterráneo más cercano. Saltó los torniquetes para después abordar el vagón en calidad de emparedado. Su destino era a La Nave: su pulquería favorita cercana al Árbol de la Noche Triste. Después de tomar tres litros de curado de nuez y perder sus ropajes en la rayuela fue a la feria del patrono de la colonia por su mujer, La Sirena de la Lotería.
-Mira nada más Tolésimo, vienes cayéndote de beodo. Y ¡mira que fachas!
- ¡Ay sí! Tú nomás te quitas las aletas, la faja, la peluca y pareces amandititita… Ya viejita, mira, te traje… te traje… ¿y el pinche traje?
- Seguro lo perdiste en la pulcata…
-Qué le hace, al cabo que ya me ofrecieron un trabajo mejor pagado.
- Ándale sí…
- Clarín, corneta, mi sirenita de sololoy me la van a dar de celador en la cárcel del juego de la oca…
-Flamante guardia…
- Ya, mi pececito beta, bájale o me voy con las damas chinas.
- Semejante borracho. Bien me decía mi santa madre “ Cásate con El Catrín o el Soldado, y mira nomás, me tocó el Borracho.
-El catrín la hace de joto en una baraja inglesa, mi bodoquito y el soldado es narco en sus horas libres.
- Pura envidia…
-Mire, adivine a dónde la voy a llevar. A un hotel del monopoly, ¿no le da gusto?
- Ni loca…
-Pos uste se lo pierde.
El Rey de Oros, dormiría esa noche en esa misma celda que presumía, pero como detenido, por alterar el orden en la feria al intentar subirse a la rueda de la fortuna, en paños menores ,gritando consignas “Pemex no se vende, culeros” y “Esta fortuna es mía, bájense o los bajo a madrazos.” Se quedó como el perro de las dos tortas y terminó de travesti en una baraja para adultos.
Relatos del Capytán Lechuza
- Autor: Henry V (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2013 a las 17:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Una hermosa y genial prosa amigo Henry V
Saludos de amistad de Críspulo
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