Vos, que proporcionas aliento de vida
a un cúmulo de guirnaldas pasajeras.
Que oscilas entre certezas y quimeras
causal del cauce, sortilegio en heridas.
Diosa en la cofradía de mis ideas
¿Quien te regalo la llave del silencio?
Hay días en los que evito tu desprecio.
En otros, sos la imagen que me rodea.
Hoy, te llenare de tristeza nefasta,
cuentos de princesas y tantas promesas.
Porque las nubes blanquecinas se apartan,
Para que el cielo demuestre su grandeza.
Y exponga ante mi, aquellas palomas blancas,
aquellas mismas, que el vacío, libera..
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Autor:
Matias Ezequiel (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 12 de diciembre de 2013 a las 06:13
- Comentario del autor sobre el poema: ESTE SONETO ES UNA CONTINUACIÓN DEL ANTERIOR SONETO PUBLICADO "Falta de Inspiración".
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 47
Offline)
Comentarios1
Celebro las rimas de esta inspiración. La de alas poderosas y vuelos esquivos, la de amistades pasajeras e insospechadas aventuras.
Saludos.
Gratas palabras las tuyas!
Te agradezco por tomarte el tiempo de leer este soneto pasajero!
Saludos 🙂
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