He cerrado mi diario, por tener que empezar otro. Se han terminado las páginas.
A continuar, mis pensamientos, dolores escondidos, bofetadas recibidas, dulces momentos que no duran más que un segundo, sigo.
Sé que hago daño a mucha gente, por hacerlo, pero si somos honestos, tenemos que aceptar lo que somos, no lo que pensamos ser.
Soy el rayo de sol que incomoda, la lluvia callada que moja, soy nada en el todo del alma que tengo.
Soy tormenta violenta que despierta a quien está dormido, soy lo que cada uno piensa de mí. Todos lo somos, por lo tanto aceptar cada uno como es, es nuestra obligación. En la verdad de nuestros sentimientos.
Nunca aceptar la mala educación, el desprecio, la calumnia, mentira y falsedad Estos apéndices ya no pertenecen a nuestra manera de ser. Es la enfermedad que pudre la convivencia y nos estropea la vida.
Que pecado tan grande me acusan de haber hecho al decir la verdad, no entiendo como miramos nuestro ombligo, con tanta arrogancia, si el pobre no lo sabe.
No metamos culpas a nadie ni a nada, seamos honestos, reflexionemos que somos una mezcla de virtudes y defectos, que por veces no nos dejan reflexionar como debemos.
Encontrar el camino mejor para no mezclar lo que pensamos ser la verdad, con la realidad, es el único camino para tener amistades verdaderas y durables, vivir en paz y con sencillez, sin desconfianzas.
Sin saber cómo, sin hacer nada pensado, sin planificación, mi vida se ha volcado de una manera impensable.
El desear tener lo que siempre ha existido como un sueño, en mi corazón, me ha hecho con que en este momento, sea otra persona. No me reconozco, ni mi alrededor, cogí con toda la fuerza lo que pensaba podría tener, ahora una incertidumbre, me aplasta, la realidad me está enseñando, que al final la vida sigue igual como siempre.
Una cosa es el dibujo, nos gusta, otra es el resultado al pasarlo para la realidad y vivirlo.
Todo esto ella pensaba al despertar, sentía el cuerpo dolorido, había tenido fiebres, tos, tomado antibióticos, en realidad estaba cansada.
El sol entraba por las rendijas de la persiana. Se levantó. Tenía un mal estar por toda la cara, era de la infección de la sinusitis.
Puso unas medias gruesas, se fue al baño, espero que el agua saliera tibia y varias veces mojó la cara. Un poco de crema puso. Pasó el cepillo por el cabello y echando un suspiro profundo, salió para el pasillo.
En el salón enchufó el ordenador, no tenía casi muebles, ni cortinas, había cambiado de piso hacía mui poco tiempo, ahora tendría que esperar que se recuperara para comprar algunas cosas. Ella tenía muchas, pero habían quedado en el dibujo, sin pensar fue al cuartito, donde guardaba los adornos de Navidad y cogió las cajas, una a una las llevó para el salón.
Y empezó a hacer el árbol navideña, a poner los ramos con luces, los lazos de color, en las ventanas puso el papa Noel, que por la noche encendería, En las otras unas velas amarillas con rojo y verde, también con luces. Miro al balcón, no podía salir fuera hacía mucho frío y tenía miedo de empeorar. El ordenador la avisó que tenía mensaje, fue a ver lo que era. Alguien que le comentaba que le había gustado lo que había puesto en el Facebook. Contestó.
Sabía que para alguien entrar en contacto tenia que poner algo, si no nadie le mandaba nada. Solamente un Amigo le mandaba E-mails todos los días ella estaba mui agradecida, pues alguien se acordaba de ella. Como todo en la vida, primero regalas, después te dan un minuto de su tiempo.
Se levantó y fue a guardar las cajas vacías en sus sitios. Poco o nada tenía que hacer, con la casa casi vacía nada mismo nada le quedaba, para entretenerse.
En su íntimo sabía que iba a cambiar, faltaba la voluntad. Sin ilusiones es difícil producir algo que nos haga felices.
Tenía que arreglar el pelo, salir, mezclarse entre la gente, oír retazos de conversaciones, sentir vida a su alrededor.
Flaca como estaba se dio cuenta que había sudado, sin sudor. Solo un olor la ha despertado para eso.
Fue a la habitación hizo la cama, dejó las sillas sin ropa y se fue a duchar.
Con las espaldas apoyadas en la pared, dejó que la ducha la mojara por algún tiempo. Ojos cerrados solo ella y el agua, con el perfume del gel de ducha.
Así estuvo bastante tiempo. Sin pensar, sin arrepentimiento, solo una aceptación la ha invadido.
Como marioneta, cerró el grifo, enroscó la toalla y sentada en un banquillo, ha quedado.
Sí por lo menos llorara, pero nada. Solo la letargia de no saber qué hacer y lo peor sin ganas para hacer nada.
Sabía que nunca más volvería a ser feliz, como antes, no que pasara mucho tiempo, pero mucho cambió en el poco que había pasado.
Por nada le habían quitado todo, por todo le habían hecho daños irreparables.
Así ella sin criticar ni odiar, empezó la espera que más un día terminara.
La vida es la vida sin tenerla, la vida es la espera que no espera para lastimar, la vida es deambular sin rumbo, payasos en medio de un entierro. Dislocados, huérfanos, sin abrigo para sus ilusiones y derecho a vivir.
Porto 9 de Diciembre de 2013
Carminha Nieves
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2013 a las 07:24
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 62
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