Yo conocí a una mujer,
que soñaba con ser paloma,
dibujarse en el cielo con carmín
y un vestido de mariposa.
Vagaba en atardeceres,
desplegando los brazos
como alas de golondrina.
Blanca de hermosa luz,
de su tierra se lanzó a la luna.
Torres de altos muros,
agrietaban sus ventanales
de bajos mundos.
Uno no era pan
ni eran migas,
el otro no era paz,
ni era vida.
Mujer del aire y gaviota,
fundiste los cielos
y a sus capitanes de los miedos,
alejándote del negro suelo.
Yo conocí a una mujer,
que soñaba con ser paloma,
dibujar sus alas de carmín,
y un vestido de mariposa.
Ni gaviota, ni golondrina,
¡arranca el vuelo y retoma!,
vuela ángel,
¡vuela paloma!.
- Autor: Adelaida López Marcos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2013 a las 15:03
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando buscamos nuestro descanso.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 98
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