Descendió un ángel.

Federico Rivero Scarani

Descendió un ángel del cielo

Y agarrándome de los pelos me dijo:

¡“Vicioso, apiádate de los demás

Y de tu alma manchada”!

Y sacudiéndome me tiró contra la pared

“Yo no estoy obligado a nada”, le respondí,

Vete al cielo donde las estrellas se tocan

Pero el ángel furioso me volvió a recriminar:

“¡Tenías que ser poeta para

Contener tanta maldad!”

Y se fue dejándome preocupado

¿Qué tendrá que ver la poesía

Con mis desafortunados arrebatos?

 

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Comentarios +

Comentarios2

  • mariarl

    no se tu sabrás ...ja...ja
    un beso

  • santos castro checa

    La poesía tiene el inefable poder de hacer disfrutar a quienes la escribimos; pero, en la otra cara de la moneda, quienes son los receptores, no siempre la disfrutan sino que, ¡como terribles condenados lloran, ríen como dementes, o sufren la tortura de que alguien (estos locos poetas) han descubierto sus mas intimas experiencias...y sus más negros pensamientos...

    Saludos, compañero poeta,

    Rudavall



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