Le ofrezco el corazón,
es sincero,
sabe sentir,
sin ruta,
sin apremio,
sin nada a cambio,
pero a cambio, cómo le ama.
Le ofrezco como está,
sólo y rezagado,
afirmando que siempre le ha amado
y sabiendo a dónde va,
suele inmiscuirse en su camino,
para darle un abrazo y cubrirle del frío.
Le ofrezco sin valor,
más, le valora en demasía,
le ofrezco entero; sin porciones, ni restos,
comprometido a llenarle todo eso,
le ofrezco el corazón y sus impulsos,
adherido y permanente,
amándole en cuerpo y mente.
Y le ofrezco mi razón
y también mi lado vacío,
con la única ilusión,
que se vuelva el amor mío,
le ofrezco el corazón y también el alma,
más, por si fuera poco,
también le ofrezco mis entrañas.
Ricardo Felipe
Un soñador sin mucha estirpe
es sincero,
sabe sentir,
sin ruta,
sin apremio,
sin nada a cambio,
pero a cambio, cómo le ama.
Le ofrezco como está,
sólo y rezagado,
afirmando que siempre le ha amado
y sabiendo a dónde va,
suele inmiscuirse en su camino,
para darle un abrazo y cubrirle del frío.
Le ofrezco sin valor,
más, le valora en demasía,
le ofrezco entero; sin porciones, ni restos,
comprometido a llenarle todo eso,
le ofrezco el corazón y sus impulsos,
adherido y permanente,
amándole en cuerpo y mente.
Y le ofrezco mi razón
y también mi lado vacío,
con la única ilusión,
que se vuelva el amor mío,
le ofrezco el corazón y también el alma,
más, por si fuera poco,
también le ofrezco mis entrañas.
Ricardo Felipe
Un soñador sin mucha estirpe
- Autor: ricardo felipe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de diciembre de 2013 a las 22:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 115
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