¿Te acuerdas de la tarde aquella
cuando caminábamos a prisa
tú oliendo a canela
y yo a piña madurita?
¿Te acuerda de la noche aquella
cuando te vi sonreír
tú con tus labios de cayena
y los míos de colibrí?
¿Te acuerdas de aquella mañana
cuando el sol medio dormido
te bañaba a ti de alborada
y a mí me salpicó de rocío.
¿Te acuerdas de la madrugada
cuando la luna encendida
le puso luz a tu alma
y destellos a la mía?
¿Acaso te has olvidado
de tardes, noches, mañanas y madrugadas
que en tiempos inesperados
tantas dichas nos regalan?
Pues acuérdate de todo
como un momento que se revive
que yo escribiré a mi modo
para que así no se olviden.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 5562-1213
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 17 de diciembre de 2013 a las 11:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 116
- Usuarios favoritos de este poema: gisell_v, , El Hombre de la Rosa, Hugo Emilio Ocanto, claudia07
Comentarios6
Ni lo pongas en duda, colega.
Esa belleza que describes, no creo
que lo olvide tan fácil... 🙂
Hermoso, amigo... ¡¡Hermoso!!
Abrazos
Una gratificante poesía de amor has escrito hoy amigo Diaz Valero
Un placer leerte...
Saludos de amistad y afecto navideño...
Críspulo el Hombre de la Rosa...
Extraordinarios versos has plasmado, poeta.
Te felicito.
Mi saludo, un abrazo.
Hugo Emilio.
lindos versos!! también me acuerdo que tu poeta nos alegras con tus letras si te leemos por las tardes o bien por la madrugada que nos encuentra desvelados, aunque vayamos apurados nos damos un tiempito para saludarte amigo venezolano.
Saludos y felices fiestas navideñas
Lissi
seguro que se acuerda poeta con todo ese amor y bellos momentos que le describes en tu poema , abrazos
Aun y pasado el tiempo
hay cosas que Jamás se olvidaran
como lo es el olor a piña madurita
y la plena sensación de a su la lado caminar
¿Como olvidar? Aquella noche
que entre gotas de roció volvía a sonreír
y que con alma plena de derroche
ella se sintió nuevamente feliz
Como olvidar que entre alboradas y roció
El sol de ternura dormido al verlos se quedó
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