Son de tauro pecho
y en los brazos y la espalda
las marcas esculpidas
por cargar el cielo.
Son vestías hermosas
presas de su propia quimica,
minatauros de cándidos ojos
e infante léxico, tontos,
pero poderosos.
Son a mi pecho
sus cabezas progenie de Minas,
y mi cabeza a su pecho
el beber de este,
la sal de su cuerpo
y sanar con palabras sus heridas.
Son a mis ojos
la belleza de Lidia,
El objeto que se les ha hecho
en la isla de Greta.
Ante mi danzan
en sudor y sangre
el fuego, las colonias de mi mente,
la pasión y la propia vida
- Autor: Alexander Jiménez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de diciembre de 2013 a las 23:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un hermoso y preciado poema amigo Alexander
Saludos de amistad navideños
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