Dicen algunos, de los que me miran y me ven pasear que estoy muy bien, que tengo buena cara
El dicho dice, que la cara es el espejo del alma, en mi caso no lo se, lo que puedo decir, es que no duermo
Que mi vida es una farmacia ambulante, de momento son catorce pastillas y media las que tomo, al día
Y si para estar como dicen algunos bien, tuviera que tomar más pastillas siempre, con receta medica
Como las que estoy tomando ahora, estaría dispuesto ha vivir cien años mas, aunque le daría mis dolores
Á todas las personas, que diagnostican mí estado por la faz, que me ven y en el fondo me agrada su pensar
Pero ojala estuviera bueno y trabajando como antes, sin parar de día y de noche, esa fue mi vida, anterior
Durante cuarenta y cuatro años, pues empecé es eso del trabajo á los once años y jamás estuve, en el paro
De hecho, mi vida laborar cotizada fue y hablo en pasado, ya que estoy retirado, de treinta y ocho años
Así que miro hacia, á tras y me mareo al pensar el trabajo que llevo adosado, en mis doloridos huesos
Que ya no descansan, ni con la farmacia ambulante que llevo en todo mi ser, desde que me levanto,
Hasta que me acuesto, á escuchar el MP4, por que dormir lo que es dormir y descansar ese es, mi soñar
Por desgracia, esto no es una crítica dirigida hacia nadie, pero como lo que me gusta, es escribir
Y no puedo parar, desde seis meses atrás, me agrada el poder hacer de esto, otra historia real de mi, vida
Sí para seguir una vida, más ó menos sana
Tengo que estar tomando pastillas cien años
Seguiría esta peregrinación de beber solo agua
Algo de comida y llevar la farmacia, muchos lustros
Si para vivir tranquilo y conformarme, con la enfermedad
Tengo que poner, una fábrica de medicinas, sí me la mandan
Seguiría siempre así y por que no, si esta es mi, orfandad
Que sea lo que Dios, haya elegido para mí, en los años, que me quedan
Para pasear por este mundo, eso si con la cabeza, muy alta
Por que aparte de mis depresiones jamás, me he escondido
Siempre, en las empresas que he trabajado, he dado la cara
Y quizás ahora trabaje, en las medicinas que otros están, fabricado
¡Estoy en manos de Dios, que se haga, su voluntad y no estoy haciendo apología, de una, enfermedad!
- Autor: MODESTO EL POETA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2010 a las 07:23
- Categoría: Triste
- Lecturas: 1698
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
No cuentes las pastillas, qué importa eso!!!. Cuando despiertes mira el sol y alegrate de verlo, saludale dandole la bienvenida; piensa que muchos ni de eso pueden gozar.
Un fuerte abrazo y todo mi cariño.
Petonets,
Libra *M*
Lo más importante de esta historia es vivir con la cabeza levantada y el corazón satisfecho. Dios hará la obra. Comparto la nostalgia de tus letras
Saludos
Jaime García Alvarez
TANTAS PASTILLAS TOMAS AMIGO MODESTO PARA SER UNA FARMACIA AMBULANTE
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