Atrapada en la alambrada
creció una flor obstinada,
serpenteando entre el alambre
buscaba el sol de la tarde.
Más allá de la alambrada,
el patio era un jardín
y mil flores comentaban
tan absurda obstinación.
¿Porque aferrarse al alambre?
¿Porque treparse por él?,
¿de que sirve un sol de mayo
que no sabe dar calor?.
Y en medio de la alambrada
la flor continuo su viaje
desgarrándose la vida,
en medio de la alambrada.
Los alambres le aferraban,
los alambres le ahogaban,
y nuestra flor obstinada
en el alambre murió.
- Autor: zirano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de diciembre de 2013 a las 01:29
- Comentario del autor sobre el poema: MUCHAS VECES NOS OBSESIONAN IDEAS, VALORES O SIMPLES SUEÑOS QUE SEGUIMOS, PESE A SABER QUE NOS COSTARAN LA VIDA MISMA.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 134
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Bellas palabras en tus explendiadas letras estimado compañero y preciado poeta y amigo Zirano...
Feliz fin de año 2013 y buena llegada del año 2014...
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa...
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