Vi enojado a un turpial
al ver que no ha podido
al arco iris decolorar
ni enderezar las curvas el camino.
El turpial inquieto y rabioso
lloraba entonces,
al ver la quietud de los pozos
y no poder curvar al horizonte.
El enojo y el turpial
ya son amigos,
como río y mar
y como molino y trigo.
El turpial y los enojos
son inseparables,
como mirada y ojos,
como respiro y aire.
Ya la furia del turpial
se ha hecho constante,
y si alguien se la intenta calmar,
entonces muere al instante.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajos el Número 5562-1213
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 27 de diciembre de 2013 a las 10:59
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, claudia07, Raúl Daniel, dulceluz, DELICADA ABRIL
Comentarios2
Bellos versos en tus magnificas letras estimado compañero y poeta amigo Diaz Valero Alejandro José...
Feliz fin de año 2013 y buen año 2014...
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa...
muy lindas letras llenas de enseñanzas , abrazos poeta de mi alma
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