Entre la arena que el desierto cubre,
fueron un día esparcidos los versos,
cual abrojos en los campos dispersos,
mientras soplaba el viento de octubre.
Qué podrán ya los versos producir,
los que sembrados en campo desierto,
y con un cielo de bronce cubierto,
no pudieron su destino cumplir.
Ay! Porque han muerto sin poder ver toda
esa gracia de tus cielos en calma,
la frescura y la belleza de tu alma,
convertidas en armoniosas odas.
Sólo letras muertas ahora son,
pues no llegaron a tu corazón.
- Autor: Manny (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de diciembre de 2013 a las 02:23
- Categoría: Carta
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Débora
Comentarios3
Me encantó
bambam
Muy hermosa tu maravillosa forma de versar tus letras amigo Héctor
Saludos de amistad y afecto
Críspulo el de la Rosa
...Muy lindo, es simple y sencillo a la vez ...
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