Desnudo estoy mirándome al espejo
como dios me trajo al mundo,
me veo y no me conozco, estoy viejo,
escuálido, encorvado, sólo pellejo,
perdida la mirada e hiracundo.
¡Santo y seña, señor! oigo gritar
por detrás de ti, espejo inmundo,
me niego yo a identificar,
el que me quiera apreciar
que busque en mi interior profundo.
¡Maldito espejo, eres vanal!
aunque a mi me pones triste,
presumido, eres un simple cristal
plano, inane y superficial,
reproduces los que viste.
Tu, espejo, no tienes corazón
ni aun tan siquiera opinión
aunque te pidan consejo,
provocando admiración,
y otras veces decepción
no más eres que un reflejo.
A todos sin distinción,
sean plebeyos o ricos,
o incluso si son políticos,
no haces discriminación
ni admites trucos artísticos.
Ante mi, comprendo tu decepción
y tu honestidad admito,
y ya que en mis versos te cito
no seas conmigo cruel,
quiero verme como aquel
jóven, fornido, bonito.
Y si ya no hay solución
yo te agradezco un montón
que hagas una excepción
adornándome un poquito.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de diciembre de 2013 a las 07:52
- Categoría: Humor
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Y como no mirarnos en el espejo, si es un reflejo de la apariencia, hermosa descripción de tus versos.
La mirada, dicen que es el espejo del alma. Hay que cuidarla bien
Gracias por los comentarios y Feliz Año 2014
Hermosa la lectura de tu poema amigo Donaciano Bueno
Saludos de amistad y afecto
Feliz año nuevo 2014
Críspulo el de la Rosa
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.