Camino por la ciudad
de Madrid un bello día
mirando con alegría
la gente que viene y va.
Raudo avanzan al pasar
como si tuvieran prisa,
serios, sin una sonrisa,
deseando al fin llegar.
Tengo a varios que driblar
para no darme de bruces,
en un zig-zag sin parar
la recta vuelvo a tomar
y así evitar nuevos cruces.
En este andar tan ligero
todo fluye sin maldad,
veo a varios pordioseros
acercándome el sombrero
mendigando caridad.
De pronto un grupo se para
provocando una obstrucción,
ni una sóla exclamación,
el que va atrás no repara,
empuja, y sigue en su dirección.
Ahora es una bicicleta,
una niña pizpireta,
que avanza por la calzada,
primero hace una pirueta,
aceleración, frenada.
Miro a un lado y veo rumanos,
al otro sólo veo chinos,
muchos sudamericanos,
paseo por Bravo Murillo,
pillo, pillo que te pillo,
estoy en la ONU, hermanos.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de enero de 2014 a las 07:54
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Hermosas metaforas escribiste hoy en tus gratas letras amigo Donaciano Bueno...
Buena entrada del año 2014...
Críspulo el Hombre de la Rosa...
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