Estaba de lo terrible
paradita en la frontera:
yo te lo juro por mi alma,
nunca vi cosa tan bella
(es cuestión sin importancia
que otros ni la percibieran).
Por caridad del buen Dios
no me faltaron las fuerzas
para acercarme y hablarle,
colorado de vergüenza.
Tratando de ser galante
se me anudaba la lengua.
En cambio, qué bien que hablaba,
silenciosa, su belleza.
Supongo que por piedad
para con mi gran torpeza
no me despidió esa vez
prohibiéndome la vuelta.
Ya luego pude pararme
sin miedo ante su presencia.
O mejor, con menos miedo,
que todavía me aterra,
porque podría destruirme
nomás con que lo quisiera.
Ella está de lo terrible
paradita en la frontera.
- Autor: Juan de Marsilio ( Offline)
- Publicado: 3 de enero de 2014 a las 00:10
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge G Sifuentes, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
De los finitos que muy a veces se cuelan, para resaltar con su belleza..
Que poema!
Muy bueno.
Un placer leerte.
Abrazos.
Gracias
El talento de tu pluma hace muy grata lectura de tu poema amigo Juan...
Feliz entrada de este año 2014
Tu amigo el de la Rosa
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