EL HOMBRE DE LA FLOR
Lo recuerdo como ayer, cuando trabajaba en un hospital neuro psiquiátrico, lleno de personas con variedad de edades, sexo y problemáticas. Era sordomudo, con supuesto diagnóstico de retraso mental y esquizofrenia paranoide. Su cuerpo fornido y su antecedente violento parecían contradecía su comportamiento tierno. Recorría el hospital con una flor para cautivar a quien quisiera retribuirle con una sonrisa o un café. Así pasaba días enteros. Pero un día intempestivamente ese hombre fuerte y tierno actuaba sin control, golpeando a una jefe de enfermería a tal punto que nadie lo controlaba; la fuerza con la que actuaba atemorizaba a todos porque podía matar a esa mujer que supuestamente le brindaba atención y cuidados, tocó entre muchos pararlo y le aplicaron un tranquilizante que parecía no hacer efecto alguno en el. Utilizaron camisa de fuerza y mayor dosis de tranquilizantes. Después supe que la jefe estaba hospitalizada y delicada y ese joven de mirada tierna se encontraba encerrado en un lugar especial para que no lastimara a nadie, ni a el mismo. Me preguntaba qué pudo desencadenar tal reacción si supuestamente estaba recibiendo el medicamento necesario, por qué nadie había notado que estaba entrando en crisis y por qué toda su ira la dirigió a la jefe de enfermería. Después de tal situación fui a visitarlo para ver cómo seguía, no podía ingresar al cuarto, pero si podía observar su comportamiento e indagar su avance. Me inquietó lo que pasó porque cuando trabajamos con pacientes psiquiátricos y reciben medicación, por lo general ellos mismos detectan cuando van a entrar en crisis y previenen a los profesionales de la salud para que tomemos las medidas necesarias. A los pocos días me enteré que ese joven acababa de morir y el diagnóstico fue ataque cardíaco, fue extraño porque era muy joven, lo único cierto es que tal acontecimiento despertó en mi la duda acerca de la manera como se administran los medicamentos a estas personas y del manejo que se da cuando entran en crisis. Es cierto que la jefe resultó muy afectada, pero se supone que el paciente era él y necesitaba ayuda. Vivir día tras día en un lugar donde hay tantas personas con variedad de trastornos, con la indiferencia de la familia y mínimas opciones de laboral, es como una bomba que cuando explota daña a sí mismo y a otros.
Lina María Palacio
- Autor: Lina María ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2014 a las 22:23
- Comentario del autor sobre el poema: Mi experiencia trabajando en un hospital neuro psiquiátrico me llevó a valorar a cada una de las personas que allí estaban. Este es el primer relato real de esa vivencia.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Alejandro O. de Leon Soto, Viento de amor
Comentarios1
¡Que relato tan -poeticamente bello- impactante-.....muy bien relatado.....gracias LINA MARIA por compartir parte de tu experiencia Psicológica.......UN ABRAZO
gracias por tu comentario, espero te guste los proximos que seran la continuación de esta experiencia con otro caso. Dios te bendiga.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.