Aquella triste tarde de Mayo
Hacía un frío profundo y seco,
aquella triste tarde de mayo,
cuando un crudo invierno,
azotaba los viejos surcos
de mi angustiada alma.
Era intenso el calor del verano,
pero se congelaba mis cansados huesos
y secaban las escasas flores
de mi jardín de antaño.
Se tornó gris el azulado del cielo,
se acortaron mis pasos,
se enmudeció el sol de mis días
junto a la agitación de mi cano pecho
y se convirtió en recuerdo,
aquellos besos de fuego,
el delicado aroma de su piel
aquella voz de niña,
aquel amor pulcro y sagrado.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2014 a las 12:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 111
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, frehyaa
Comentarios2
Un genial poema amigo Marco
Saludos y amistad de Críspulo
Hermoso poema, me identifiqué con estás bellas y hermosas letras.
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