Aquí, arraigado a la realiadad, imposibilito mi ensoñación...
Las prendas celestiales siguen cubriendo la vergüenza que describe mi silueta, y no sé si prefiero flotar alrededor de esta fugaz autopista o sólo recostarme en el pavimento de falsa oscuridad que sorbe nuestra sed.
Y esta es la vez en que las rocas esconden tu sombra y una daga camina a tus pies; esta es la vez en que sepulto mi sonrisa en tu rebozo para mostrar el cáncer que inunda a la Nación del miedo...
Y dejaremos de construír muros de soledad para hundirnos en construcciones subterráneas de demencia..., y dejaremos de ser árbol para ser hierro, dejaremos de ser todo para ser cielo...
Sí, aquí, arraigados nos tienen; sepultados nos tenemos. Libertad no necesitamos.
- Autor: Río Que flota ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2014 a las 02:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un placer la lectura de tus hermosas letras amigo Juguete Plástico
Abrazos de amistad de Críspulo
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