Padre nuestro que desde el universo nos observa,
dame cada día el pan de sus labios y dale a ella mis manos para siempre.
Perdona nuestra ofensa y perdona a todos los que ofenden al no dejarse convertir en sujetos de amor.
Perdona a nuestros vecinos, por ser la guía de nuestras acciones sus palabras.
Te imploro que no nos dejes caer en la tentación,
a mi en la gloriosa tentación de su risa
y a ella en la calurosa tentación de mi abrazo,
aunque ambos sepamos que cayendo en esa tentación,
estaríamos al fin dispuestos a librarnos de todo mal.
Amen.
- Autor: Eduardo Pessoa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de enero de 2010 a las 01:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 73
Comentarios4
Muy creativo y particular tu Padrenuestro...
Felicitaciones
te felicito por tu poema, cuidate mucho, saludos, Héctor
Una poesía que trastoca ese espacio místico que llevamos insertados en nuestro corazón.
toca el alma
toca la pasión
toca el llamdo de atención ??
Tu poesía es una mezcla de pasión en tentaciones y de pasión en correcciones tocando el Padre Nuestro que estas en loc cielos.
Encantada de tenerte entre mi poesía Eduardo
Caricias en tentación
Gracias por tu especial comentario
Sorgalim Narud
Es una oración impresionante, la plegaria de tu amor.
Muy original y hermosa
un gran besos
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