Me dueles tanto en la herida mujer,
Llamarada de pasión.
Eres profunda quemadura de tercer grado;
Puñalada por la espalda en aquel bar a oscuras.
Me dueles tanto en la herida, dolor eterno
En el que no puedo, dolor nauseabundo en el que muero.
Dame el antibiótico de tus labios,
el merthiolate de tu aliento,
O Cúbreme con la frazada de tu cuerpo.
Tápame la herida!, tápame la herida!,
Tápame esta hemorragía de amor!;
que no quiero morir en éste
rincón de mi cuarto,
tan solo,
triste,
desangrado...
- Autor: Le Chien Andalou ( Offline)
- Publicado: 1 de abril de 2009 a las 20:41
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 133
Comentarios3
"Dame el antibiótico de tus labios" asi son los besos
Me gustó mucho. Saludos.
Adrian
Tristes y desesperados versos. El amor tanto cura como mata, sí.
Saludos, un perro andaluz.
No quieres morir desesperado. Es un poema urgente. Muy bueno.
Saludos.
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