HAY TARDES QUE LA NOCHE ME ADELANTAN

elrincondeeloisa

Hay tardes que me tumbo a descansar en el sofá esperando con paciencia el momento de marchar a trabajar, y sin quererlo se cierran mis ojos en un intento de dormir. Entonces, me creo que no estoy sola, que solamente debo esperar un día mas a que llegue la noche para que la casa vuelva a tener los sonidos de gente moviéndose en ella, de que llegue el momento de reunirme con él. Pongo las manos sobre mi pecho; se notan las palpitaciones que mi corazón enfermo sigue lanzándome, y sin darme cuenta, estoy en la esperada noche, pero en esta no preciso retirar el caluroso edredón hasta que se caiga por detrás,de mis pies, ni regular la intensidad del ventilador que refresque mi cuerpo por si alguien quiere hundirse en el; no tengo que encender la lamparilla de la pared que me permita ver en la silenciosa noche el rostro de mi acompañante. En la noche que el descanso de la siesta me ha traído, permanezco en el sofá frente al televisor, y la ventana cubierta con unas cortinas de gasas rojas y moradas, se rebela, y no permite a la brisa fresca que roce mi cuerpo. Oigo la música, y miro las fotos repartidas por la habitación. Pasan los minutos que este día se convertirán en casi dos horas, tranquilas, ensoñadas. En esta calurosa noche prematura sigue mi pecho cubierto solo por mis manos. Me doy cuenta un buen rato mas tarde, de que entra luz por la ventana, que aun es día y la noche no ha llegado, que sigo estando en la hora del descanso antes de partir hacia el trabajo; pero no  quiero moverme. Sigo aquí. Ya no reparto mantitas de colores por los sofás cubriendo el frio que el sueño le traía; ahora se ensucian con el  polvo del solo paso del tiempo, el polvo del desuso. Mi vieja perra, Greta, respira fuerte, agitándose mientras sueña y araña el suelo con las uñas creyendo que corre tras algo o tras alguien que fuera de sus sueños seguramente no existe. Solo sueña. En la pantalla, que miro al recorrer la vista por la habitación, mirando sin ver, hay bailarines, y me viene el recuerdo de cuando bailaba y bailaba sin cesar hasta agotarme, cuando me olvidaba del lugar y la hora, de la gente, cerraba los ojos, y solo, bailaba. Ya no bailo, ni consigo recordar con facilidad las letras de las canciones que mas me gustaban. Ahora descanso estirada en este sofá con cubierta roja, donde solo cabe uno. Pronto saldré a la calle y cuando regrese será de noche, una noche mas para mi sola, sin preparar cenas, sin abrir camas, sin rebuscar en los cajones del cuarto de baño, sin prisa por llegar, sin necesidad de pensar. Solo el espejo estará una noche mas conmigo, cansado de tanto trabajar hablándome,  y me devolverá imágenes confusas, enfadándose con mis reflejos. Me dirá, como cada noche: ¡Ya basta!, ¡Abre la cama, túmbate en ella, cierra los ojos y no vuelvas mas por aquí ! No se lo que espero ver cuando me alejo del espejo y me encierro en mi cuarto. No se si quiero verlo. He aprendido a mirarla sin miedo casi cada noche sin sentir escalofríos cuando la descubro de su raso negro. Ya no miro de reojo cuando las nubosidades aparecen en su interior, ni cuando algún reflejo rebelde se esfuma casi desconcentrándome. No es como en un principio, cuando los símbolos que me mostraba no tenían ningún sentido para mi. Ahora, la habitación oscura y completaménte muda no me hace ver fantasmas y ningún extraño sonido lo escucho con temor. Solo el interior de cristal, el perfil de mi bola brillante y suave, impregnada de mi, me habla. Se que aún es pronto para preguntarle, y no se lo que espero ver ni si quiero verlo. Solo importa, que ya no la temo cuando se enciende o se nubla, cuando me chilla si retiro la vista de ella, atrapándome. Por fin somos una después de muchos meses, y sigue siendo imprevisible a pesar de que ella lo niega; es secreta. Quisiera preguntarle cientos de cosas cada día que la descubro ante mi, pero no debo hacerlo; ella sabrá contestarme en el momento adecuado, sin prisa, por que somos un destino unido, una sola intuición que por fin aprendimos a vernos de frente en la misma oscuridad; y me cuenta solo lo que debo conocer. Se pasa el tiempo del descanso y no quiero que ocurra. El sol pega en la fachada la casa sin dejarme dormir. Sigo estirada en la misma posición que tomé desde que inicié mi litúrgica siesta, intentando decidir si me muevo para espantar una mosca que se ha colado por la ventana. Espero con las manos en el pecho como si de una muerta se tratara y de nuevo siento su ausencia y al tiempo su falsa ausencia. Cuando regrese esta noche habré desconectado del pensamiento, pero no durará mucho tiempo; tan solo el justo, solo el necesario para cumplir con ciertas obligaciones, y después, seguiré hablando con el espejo mientras me transformo en mi misma y comienzo el inicio de mi particular noche.

  • Autor: Eloisa (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de enero de 2010 a las 07:32
  • Comentario del autor sobre el poema: Esta vez me perdonareis por mi texto, porque precisa algo mas de tiempo su lectuta que un poema. Este realto, muy breve para contar tanto de eso que contar quisiéramos, trata de un día cualquiera, cuando entre una y otra ocupación, se descansa en el sofa pensando que solo serán unos minutos. Pero a veces, y ójala fuesen muchas, ese descanso se convierte en un momento mágico. Espero que os guste y resulte pesado. Un saludito a todos vosotros.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 50
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Comentarios1

  • Aries

    Empecé a leerte sin saber que eras tu, amiga (no reconocí tu nombre) y según iba avanzando, tu estilo de escribír me recordó al de Eloisa, jaja...Confirmé mi intuición al final y me gustó.
    Un relato bien hecho, que te atrapa como todos los tuyos, una interesante manera de describir situaciones que todos vivimos, aunque no se lo contemos a nadie. Felicidades, disfruté con él.
    Un abrazo. Aries

    • elrincondeeloisa

      ¡ JOERRRRR ! YA DECIA YO ¿PORQUE ME LLAMAN MAITE? DEBI TOCAR ALGO DE MI PERFIL SIN DARME CUENTA.
      BUENO, YA VUELVO A SER LA MISMA JAJAJAJA. QUE DISGUSTO AL PENSAR QUE NO ME ENCONTRARAIS, PERO SIN QUERER, MIRA POR DONDE, ME HAS RECONOCIDO IGUAL. ESO QUIERE DECIR QUE TENGO UN ESTILO PROPIO, Y ME HACE FELIZ SABERLO. ¡CASUALIDADES DE LA VIDA!
      Tienes razón, soon esas cosas que a todos nos pasan, afortunadamente, porque ni no tuviéramos esos ratitos libres, que seria de nosotras.
      Muchas gracias por tu comentario tan valioso para mi, y tambien por descubrir mi error. UN BESO AMISTOSO ARIES.



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