Me fui una noche
a una fiesta,
era familiar
y muy modesta.
Se bailó con discos
no con orquesta;
no había langostinos
ni tampoco croquetas,
solo había maníes
y otras cosas de esas
papitas y tostones
caramelos y chupetas
y varias bandejas
con diversas galletas,
con crema de sardinas
de extraña receta,
que cualquiera al comerla
diría: ¡Qué Cresta!
y pensar que los anfitriones
tienen hasta empresas
y están todo el tiempo
con la moda francesa,
y no compran guineos
solo manzanas y fresas
y tienen hasta fotos
con miembros de la realeza;
y entonces nos salen
con la fiesta esa,
dándonos a todos
una gran sorpresa.
No había ni sillas
tan solo banquetas
y unos tarantines
que tenían por mesas.
Unas cortinas
cuyo olor apesta
y el retrete ¡Qué horror!
Sucia la poceta,
las baldosas mugrientas
de forma muy puerca;
y colgadas en la ducha
varias pantaletas.
Creo que con esto
se les cayó la careta
y eso que la fiesta
la hicimos de colecta.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el No. 1312289691749
Maracaibo, Venezuela.
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 12 de enero de 2014 a las 12:10
- Categoría: Humor
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: lulupa, DELICADA ABRIL, FELINA, El Hombre de la Rosa, claudia07
Comentarios3
Jajaja !! Que forma tan divertida y agradable de describir una situacion no tan incierta.
Tacaños miserables jajajjajajajajajajajjajaja, me divertí bastante con tu poema.
Un abrazo de mi para ti, querido poeta.
Tu bella pluma engarza con primor tu genial poema de humor amigo Diaz Valero...
Grata la lectura de tus letras...
Saludos y amistad...
Críspulo el de la Rosa...
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