EL DESPRECIO de la MUJER AMADA

Cuanto padezco dentro del corazón el desprecio de tu mirada, al solo, poder contemplar la triste sombra lejana que atrás a tu espalda vas dejando, en tu suave andar por el pasillo que da a las habitaciones superiores, hasta ir bajando por la escalera a la sala, para tomar por la izquierda, la puerta que conduce a la cochera, donde, sentada frente al volante de tu vehículo te sientes libre como el viento, buscando cada día el camino más corto que trace el nuevo destino en tu vida, pero lejos, muy lejos, de quien con un beso sincero y una flor en su mano, franca, te dio cabida sentida, abriendo sus brazos..., syglesias.

Si la mujer amada te desprecia
allá ella
ya que no encontrará otro amor igual
al que dejó.
Encontrará un amor igual
que la dejará a ella
bambam

¡Oh mujer que solo sientes, solo anhelas!
Búsquedas infinitas, insensatas.
Mujer con temores a la misma soledad y abandono.
Mujer que solo intentas, solo el frenesí, solo quimeras
aun te amo así, pues por distante y lumbrera
por ser estrella, aun te amo,
inalcanzable, gema preciosa.
Mujer llena de guirnaldas y diademas.
Ángel de vida, aun en las rutinas, un amante buscas
¡Oh mujer insaciable de alago, de alabanzas!
Darío Ernesto Muñoz Sosa

muy triste niño muy triste tan lindo que es el amor
para toda la vida

Mujer al fin y al volante, por qué no me dí cuenta antes?
Cuanto desprecio y a que precio... cuanta inflación arrogante
Si estuvieras aquí Mujer amada... tomaría de ti una tajada
de cálido freir en tu latir, de dulzón camburil su sabor
y entonces podría yo sentir, el olor del melón en tu rubor
Oh, mujer amada, tu desprecio, no tien precio
pero tomaré este treinta por ciento
y de seguro te haré un buen descuento...