Deliro de fiebre y mis ojos estallan como al conocerte y mis labios explotan como al besarte.
Deliro como el niño amante del juego, yo amante del tuyo.
Tu delirio es el mío si mal no te he entendido, pero al no verte la fiebre trae la idea de tenerte y el dolor de no verte.
Sube mi fiebre y mi ombligo ebulle como reclamándote.
Sube y te veo con tu manto abriendo frescura de tu luz.
La fiebre ha subido y pierdo la neurona ayudante de lo que digo.
Cuando convulsiona mi cuerpo, mi alma se baña de tu imagen.
Sólo cuando mis lágrimas se sublimen, tendré el valor para buscarte.
No quiero que mi fiebre baje porque te necesito a mi lado; aunque sea en delirios.
- Autor: Eduardo Pessoa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2010 a las 01:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1663
Comentarios4
Esto me encantó, y es bien cierto además, hasta las lágrimas se subliman para que la angustia duela menos.
!"Sólo cuando mis lágrimas se sublimen, tendré el valor para buscarte."
muy bueno besitos....
Precioso poema, con amor y pasión...Muchas felicitaciones.
Un beso.
Lo vuelvo a leer y ahora solo diré: Ay, poeta!
¿Por qué lo dices?
Ahora te digo algo que no mencioné con anterioridad: Aquel día realmente tenía fiebre; luego de escribirlo, se me bajó la temperatura.
Porque hasta con fiebre son un poetazo
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