Sostienes, como lecho de perpetuidad,
tu nombre
me recuerdas, justo, como me dejaste
en noviembre
vacío, como fuego fatuo que consume
su luz propia
sin objetivo alguno, velando andar sereno
Yo, en cambio, vivo sin remordimiento alguno
como degustando
la vida, sin tapujos, ni arrebatos incólumes
juego, sonriente,
con tu recuerdo, como si divirtiera que no duele
desnudo en la proa
sublime, frente al viento de mi existencia
continúo conmigo
Avísame, si te pierdes,
y desesperas iracunda dentro de un amor
yo no estaré,
para consolarte quizá, aquí en cuerpo y alma,
búscame despacio
como la sospecha a los celos, como sabes tú,
si vuelves,
a mirar mis ojos, tiñe de azul tus velas
para que yo crea,
en la magia, que es sólo el mar el que te trae
- Autor: Dragón Negro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de enero de 2014 a las 23:25
- Comentario del autor sobre el poema: Y si algún día es leído por quien debe leerlo sabrá en automático quien soy...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 59
Comentarios1
Yo, en cambio, vivo sin remordimiento alguno
como degustando.
Me gusto bastante este fragmento.
Y tu poema completo es una narrativa excepcional.
Saludos de amistad
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