Sobre la línea curva que persigue nuestra tierra,
Y sus consecuentes primaveras y otoños
sentado en la cima de los poderes
Sanador en el sitio de gobierno
la potencia y la energía de tu nube
envuelve la putrefacción y la destruye
la humanidad que mire tu profundidad
y observe el fuego de tus ojos
será arrasada por las olas de tu expansión
la santidad que sumerge al ser humano
y le enseña a ser en ti.
Arriba de los ciclos del mundo y el universo
sobre todos los círculos y prolongaciones de su movimiento
excediendo y abarcando el principio y el final
empoderado sobre las montañas
tus manos brillantes recorren el mar y la tierra
brillo que juzga levanta y destruye,
viene el fuego inextinguible de tu mirada.
caigo como muerto pero vivo mas que antes
danza mi eternidad por ser arrebata para mi
y dejar el alma crucificada para la vida
mi cuerpo desvanecido adquiere significado
Veo la explosión constante progresiva de la materia
cercana a la presencia del Rey de las constelaciones
todo se transforma en nube, luz vapor y humo
por la potencia, la energía, la paz de cruz
la tormenta de su voz y los espacios de su silencio
la pureza de su ropa blanca de truenos
arrasa con los bosques, reverdecen los desiertos,
se seca el mar hirviendo por sus pies
Se vacían las tumbas con su piel,
se arrodillan los soles, se doblan las órbitas
El aire que toca su respiración brilla como soles
las células los átomos y las cuerdas
se desintegran por su decreto
se rompen las estructuras cósmicas y sub atómicas.
El universo se entiende minúsculo y despreciable
Inmundicia de barro delante de la majestad del rey.
Y nosotros, biodegradables animales espirituales
¡Portamos la totalidad de esta sobrenaturalidad!
¡Somos hacedores de rayos, nube de la explosión!
¡Sabiduría del autoexistente padre de las estrellas!
¡Somos trompetas tocadas por el flujo de SU aire!
¡Autoridad espiritual suprema en todo lugar!
Avancemos venciendo los dominios y las cadenas
su luz viene en olas colosales como un mar de truenos
su ejército le precede con la misma esencia
luces mentirosas se apagan como sombras
Caen las serpientes y sus infectados
¡nos sumerge en el mar de su misterio
haciéndonos furia y olas de su océano brillante!
- Autor: Hugo Aaron ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2014 a las 11:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 115
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Carlos Fernando
Comentarios2
Un grato y hermoso placer leer tus preciadas letras amigo Hugo...
Hermosas tus estrofas..
Saludos de afecto y amistad...
Críspulo el de la Rosa...
Excelente exaltación de El Eterno, reconocible en la sutil descripción antropomórfica, que no me es difícil adivinar de quién hablas. Te sugiero, (sin interferir con tu respetable enfoque), mejor dicho, ¡Te estimulo! a indagar a fondo, porque percibo la sinceridad de tu inspiración, por tus bellas palabras. No eres de los comunes, has recibido un don con la palabra. Ahora tu espíritu debe elevarse a estaturas que ahora no sospechas siquiera. Te lo digo como poeta y como persona de fe. Sinceramente escogí tu poema para llevarlo entre mis favoritos, por muchas razones. Con gran sentido de mi responsabilidad hacia ti, te estimulo: ¡Indaga!, pero ve despacio.
Sinceramente
Tu amigo.
Hola Carlos, muchas gracias por tus palabras de estímulo y aliento, tomaré el consejo de indagar a fondo y buscar elevar mi espíritu cada día mas, buscaré los tesoros de sabiduría que están escondidos en su presencia, lo que si creo que no es necesario ni prudente ir despacio, por que este tiempo es de cosecha y si no actuamos a la altura de las circunstancias, se perderá mucha riqueza para nuestro tiempo
«Mete la hoz y recoge la cosecha; ya es tiempo de segar, pues la cosecha de la tierra está madura.» Ap 14:15b
Con aprecio tu amigo!
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