Los amantes se miran a los ojos
con la plenitud de un atardecer,
caminan como si flotaran
sobre lagos de agua congelada
y se abrazan con la fuerza de una enredadera,
son admirados por los pájaros
y los perros callejeros que se les acercan,
no titubean en besarse bajo la luna
o bajo el venenoso sol del estío,
los amantes comunican con caricias
sus deseos y secretos,
y siguen doblando a la derecha de un ciprés
eternamente guarecidos de la lluvia
hablando vaya a saber qué silencios,
qué confesiones, qué misterios,
los amantes buscan en la sombra
el refugio para sus besos de caramelo
y aun durante el día no esconden sus caricias
ni sus promesas de que todo sea cierto,
a veces la gente cuando los ve pasar
se callan observándolos maravillados
como si fulgiera una luz sobrenatural
desde sus cuerpos amarrados,
y sus fuerzas se extienden sobre el camino
y no piensan cuánto falta de muerte
que como sombra va quedando atrás.
- Autor: Federico Rivero Scarani ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2014 a las 17:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, santos castro checa
Comentarios2
Un grato y hermoso placer leer tus preciadas letras amigo Federico...
Hermosas tus estrofas..
Saludos de afecto y amistad...
Críspulo el de la Rosa...
Preciosa manera de escribir a esos pasionales amores que dejan huella tan visible, aùn en la oscuridad de la noche.
Loable composiciòn, compañero Federico.
Rudavall
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