Han pasado varios días, a veces me asomo por la ventana
me salgo a la calle, no te encuentro.
Volteo al cielo dicen que ahí hay respuestas
pero no las veo solo veo nubes
Solamente me encuentro a mí en medio de la nada
la posibilidad de encontrarte se vislumbra nula.
Compañía necesito pero no de esos hipócritas
no de esos conocidos, compañía de nadie.
Compañía de todos, compañía al fin de alguien,
me acuerdo de esas personas, que la sociedad rechaza,
Aquéllas que las puritanas y los mojigatos odian,
aquéllas que los carentes de amor adoramos.
Viéndolo bien no soy distinto de ellas
yo recurro a su lecho
recurro por que no encuentro otro lugar a donde ir
no encuentro acogedor vivir entre los normales.
Nos ven como escoria
a mí por pagarles, a ellas por venderse
es verdad no somos normales
nosotros sufrimos de esa soledad
Sufrimos el rechazo de los muchos
y la aceptacion solamente es entre nosotros
los pocos. los olvidados,
los que sabemos que no hay mañana,
los que no tenemos esperanza.
Parece ser que el resto de la vida será mucho tiempo,
los días se pasan despacio, y no apareces
la angustia y desesperación se adueñaron de mi alma,
en lo que la muerte me lleva me consagro a las putas.
- Autor: ZRKO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de febrero de 2014 a las 04:20
- Categoría: Triste
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, santos castro checa
Comentarios3
Gratificante la lectura de tus letras amigo ZiriakoIII
Saludos de Críspulo
Nunca había contemplado las cosas desde el ángulo que tu poema las muestra. En lo personal, siempre había pensado sólo en el aspecto femenino de este tipo de interacciones. Para serte sincera, como mujer siempre he visto esto como algo peyorativo, y he sentido dolor por las mujeres que por alguna razón se han visto envueltas en esa vida. La mayor parte de ellas son sobrevivientes de abusos y se hallan envueltas en un círculo vicioso. Pero jamás había pensado en lo triste que es para un hombre no tener a alguien que lo quiera de verdad, que tenga que pagar por sentir un falso afecto. Siendo que los hombres siempre desean sentirse admirados, esto debe ser un placer momentáneo a un alto costo en su psique. Realmente conmovedor tu escrito. Saludos fraternos.
Una desgarradora imagen, de lo real a lo irreal. Vivir muertos en vida, soñando con lo inimaginable. Fingiendo emociones, viviendo un sueño irrealizado en los brazos de una extraña, que sonrìe, mientras su alma llora.
Una creaciòn, muy humana, compañero Zrko.
Rudavall
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