AMOR A LA DISTANCIA II
He estado pensando en viejos amores lejanos
que por distintas causas jamás los veré...
y reflexiono, como buen ser humano,
¿por qué inicié lo que nunca concreté?
***
Y por esas tantas cosas que tiene la vida,
por esas circunstancias que parecen fortuitas,
en que amigos y amores toman presencias conocidas
y nos vemos envueltos en sinsabores, con penas gratuitas.
***
Y, así, cuando los llantos lejanos por alguien se han derramado,
estas lágrimas tristes son de agua salada que a un jardín destruye,
pero, además, estos dolores y heridas de amor se han provocado
cuando en la distancia maldita, al amor, ese encuentro rehúye.
***
¿Para qué enamorarse de quien está tan lejano?
¿Para qué hemos de inundar de tristes lamentos
corazones con pasiones ardientes y placeres mundanos
si sufriremos por lo que la amante siente y por lo que yo siento?
***
Es la cruel realidad de esperanzas muertas y de ilusiones idas;
de espíritus enamorados y de tantos poemas que han sido leídos,
que sembraron desencantos de viajes y visitas que fueron prometidas
pero que por falta de reflexiones ¡jamás se concretaron, según lo prometido!
***
De esta manera, poco a poco, los amores se gastan y se pierden pasiones,
y así, por estas malditas distancias, surgen enojos o rencores explícitos,
y, otras veces, algún amante promete esfumarse de estas relaciones,
sufriendo el profundo dolor por la herida abierta de un amor ilícito.
***
Eduardo Faucheux
21-01-2014
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Autor:
Eduardo Faucheux (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 21 de enero de 2014 a las 14:00
- Comentario del autor sobre el poema: El mismo mensaje del poema "AMOR A LA DISTANCIA I". Está todo dicho.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 224
- Usuarios favoritos de este poema: Ayelén, ivanoff lycan, Melba Reyes A.
Offline)
Comentarios5
Maravilloso poema, cruel y verdadero. Saluditos. Ayelén.
Muchas gracias, Ayelén, por tu visita y apreciación.
Saludos para ti, también.
Una soberbia muestra de tu genial arte poetico amigo Eduardo
Saludos y amistad de Críspulo
Gracias, maestro!
Un poema muy triste, pero como todos los que he leído suyos, lleno de mucha sabiduría y sobretodo, de compasión, en la intención intrínseca de no causar daños irreparables. Es de valientes el reconocimiento de los límites. Y es una postura encomiable la honestidad en el sentimiento.... "de la abundancia del corazón habla la boca".
Es la cruel realidad de las esperanzas muertas y de las ilusiones idas;
de los espíritus enamorados y de los poemas que ya han sido leidos,
pero que sembraron desencantos de viajes y visitas que fueron prometidas pero que por, falta de reflexiones, jamás se concretaron según lo prometido.
Buenas tardes, Eduardo: Un poema tan real como la vida misma y también como ella de complicada... ¡Felicidades!
Un abrazo.
No sé si aquí se cumple el refrán de que "Nunca segundas partes fueron buenas", pero, al menos, hice el mejor intento.
Gracias por leer ambos.
Hola, Eduardo. He leído con atención tus dos poemas, éste y Amor a la distancia I. Te sobra razón, desde tu perspectiva, es así y seguramente muchos comparten tu idea y se acorazan debida y oportunamente. Yo comparto tu criterio, considero que es cierto lo que dices pero lo que viví en carne propia con Ían fue algo especial que, a la postre, lo insalvable no fue la distancia sino la muerte. Y si hubo lágrimas por su deceso, en el balance considero que un ángel rozó mi vida: tres años de amistad que derivaron en un sentimiento especial y hermoso que duró un poco más de un año.
Desde luego, estas son maravillosas excepciones, como excepcional era él.
Que estés bien es mi mejor deseo para ti.
Este fin de semana iré a visitar a mi padre.
Saludos nicas.
Es cierto lo que dices... Cuando surgen esos sentimientos es porque los ángeles andan haciendo de las suyas. Y cuando se van, dejan sus huellas. A fin de cuentas, eso es lo que importa.
Saludos y gracias por leer y comentar.
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