INTRODUCCION
Yo estoy seguro que los sentimientos (frutos de vaya a saber qué combinaciones electro-químicas) generan energías que se difunden en el Universo. Tanto los buenos como los malos sentimientos. Esta es solo una sensación mía, pero, con sorpresa me encuentro, día a día, en documentales de ciencia e investigación, que estas cosas empiezan a mensurarse y a comprobarse en laboratorios, que tienen que ver con transferencias atómicas, creación de masas, transformaciones de energías, variaciones de tiempos y espacios, etc., así que, por ejemplo, lo que antes se consideraba "vacío interestelar" o "éter cósmico", resulta que ahora está "lleno" de algo que se puede medir! Nadie sabe qué es, pero se sabe que algo hay! Entonces, yo digo... ¿quién me puede contradecir que no es la energía producida por lo que se dice "el Amor Universal y Eterno" y -agrego- el "Desamor" (fruto de todos los malos sentimientos o maldades) que, también, son parte ¿necesaria? en el eterno "conflicto" entre el Bien y el Mal?
Estas energías, frutos del amor, de pasiones, de violencias, guerras, justicias e injusticias, amor a los hijos, a amantes y materias, surgen de nuestros apasionamientos y sensaciones y son las responsables (el combustible) de las creaciones del minúsculo polvo cósmico hasta las estrellas del tamaño de mil millones de nuestro sol.
EXPECTANTE A LO QUE SE VIENE
Después de estos tantos graves sucesos vividos,
por estas tantas malas situaciones pasadas
y todos los sucesivos hechos ocurridos
y, agregando las muchas experiencias ganadas,
siento ahora una nueva y extraña sensación
que me tiene tan impaciente, ansioso, expectante,
esperando pronta y verdadera solución
a algo que pareciera venir, ¡muy importante!.
*
A mí me parece que este año será especial
porque pareciera que se aceleran las cosas,
el tiempo ha cambiado, ya no me parece igual...
¡si hasta creo que se florecen antes las rosas!
*
Las lluvias -a mí me parece- ya no acarician...
los vientos arrecian como promesa de muerte...
los rayos, cada vez más furiosos, nos desquician,
y el mar, ahora impetuoso, arremete más fuerte.
*
Y no solo la Naturaleza nos acosa;
porque el humano, inhumano, se separa en bandos
con algunos, crueles, en actitud maliciosa,
atacando, implacables, a los mansos y blandos.
*
Así, cada vez se libran más cruentas batallas
por demasiadas causas, cada vez más perdidas,
donde mafiosas sociedades usan "pantallas"
ocultando ganancias sucias ¡tan mal habidas!
*
Y así se están perdiendo valores obtenidos
que, con mucho esfuerzo, ganaron el corazón,
tras muchos y largos años de haber aprendido
con nuestros maestros y en familia, educación.
*
Pero, no desesperemos, queridos amigos,
que todo esto, se dice, ya se tiene previsto
por Orden Supremo, que se supone es testigo
y creador de todo esto, en cual yo creo e insisto.
*
Pero no esperemos, hoy, grandes cambios externos
que son, apenas, pequeñas alertas visibles,
pedidos de auxilio de este planeta ya enfermo
a un humano, que no es humano... ¡más, sí temible!
*
De todas maneras, aquí, lo justo es lo justo,
y no puede haber ninguna otra especial manera
de que quien aplicara la Justicia a su gusto,
la aplicará, seguramente, como se espera.
COROLARIO
Pero, tranquilo, hombre, tranquilo...
Si el sol, perezoso, se levanta ya por el Este
cuando sales a la puerta de tu casa y miras al Norte,
y, luego, tras larga jornada, el viejo amigo se recuesta al Oeste,
es porque ¡tooodo está bien! y no debe haber nada más que te importe.
Y si llegara ese día, aquel menos pensado, en que eso no ocurriera,
solo preocúpate por arreglar tus viejas cuentas pendientes,
prepárate un buen par de tragos, junto a tu compañera,
amígate con tus enemigos y tus culpas dolientes;
busca la mejor vista, sin ningún obstáculo,
y prepárate a ver, amigo, expectante...
pues ya viene... ¡el mejor espectáculo!
*
Eduardo Faucheux
23-01-2014
- Autor: Eduardo Faucheux (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2014 a las 17:00
- Comentario del autor sobre el poema: Mea culpa es una locución latina que se traduce literalmente como «por mi culpa» y usada generalmente como «mi culpa» o «mi propia culpa». Para acentuar el mensaje se puede insertar el adjetivo máximos, dando por resultado máximos mea culpa que se traduciría como «mi gran culpa» El origen de la expresión está en una parte de una oración tradicional de la liturgia de la misa católica conocida en latín como el Confiteor (y traducida como el «yo confieso» o el «yo pecador»), en el cual el individuo reconoce sus defectos y pecados ante Dios. El mea culpa del Confiteor ha venido a convertirse en el imaginario popular; ya no es simplemente una confesión de pecados, sino también una admisión de su naturaleza dañina y la buena voluntad de hacer una compensación por ella.
- Categoría: Reflexión
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- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios4
Permítame esta vez, disentir y resentir…
es que, dentro de esta extraña teoría
echa usted por la borda
toda romántica fantasía
en cuanto a la situación del amor y los amantes
donde corroe entonces, más que olvido o desamor
la implicación de solo ser
parte de un energético suceso
sin mayor trascendencia que orbitar
erráticas trayectorias
ocupando por un rato cósmicos vacíos
sin llenarlos realmente,
si los amantes son
energía impersonal replicándose
invariable e incesantemente…
Acaso lo mismo da, ser Rosa o Juana?
Juan o Pepe?
Intrascendente identidad, imperceptibles huellas…
En un común firmamento,
el amor se vuelve impersonal,
mera conjugación de energías
al ser considerados aburridos átomos
en ésta brutalmente anti romántica teoría
sujeto y objeto del amor se fusionan por un rato
y luego se disgregan al estallido
de una Super Nova incandescente.
...snif!
Es medianamente cierto
que se van por la borda las fantasías,
pero resulta incorrecto
que sea errática la trayectoria de las energías.
Es perfectamente natural
que ellas se acomodan según sean sus valores,
porque jamás la energía será igual,
la del amor que se entrega, a la que produce sufridos dolores.
Así, de esta simple manera,
cada uno al Cosmos, según su propio accionar, entregará
la calidad de la buena madera
o la energía que en materia fría e inerte su mal accionar convertirá.
Será que el mal triunfa sobre el bien?
No lo sabemos....
Es un flujo natural de energías que se mueven según "el juego de los dioses".
Quizás, ¿no será que el Mal existe para que el Bien pueda triunfar sobre él?, o, quizás, ¿no será que el Mal nos puede dejar un aprendizaje o una toma de decisiones?
¿Es, acaso, que un niño nace con una intencionalidad prefijada para hacer el Mal o defender al Bien? O, ¿en qué momento ese niño se transforma en un perverso o en un monje? No será que hay "causalidades" que hacen que el niño se convierta en un hombre que toma partido, eligiendo los caminos que ha de transitar, perjudicando o beneficiando con quienes se cruce?
Qui lo sa?
Un placer pasar por tus bellas letras estimado amigo Eduardo...
Saludos y amistad...
Críspulo el de la Rosa...
Gracias, maestro.
En una palabra : Todo nos acosa....y la naturaleza se vuelve en nuestra contra por culpa de nosotros los humanos.....es como un círculo da vueltas. Pero una cosa digo : El amor es el Amor...solo que hay humanos que no son capaces de sentirlo ni de vivirlo...eso si para mi no tiene otra explicación...dejo lo científico de lado 🙂
Muy buena relfexión.... ha sido un gusto leerte....feliz fin de semana !!! Un abrazo.
No es que yo haya descubierto la pólvora...
Obviamente -y por causa natural-, cada uno es responsable de sus propios actos y elecciones. Desde amar apasionadamente, hasta de sus odios más profundos.
¿Lo científico? Eso solo es un mero hecho anecdótico, como método de comprobación de conceptos insustanciales o filosóficos que se rigen por aquellas causas naturales y principios cósmicos, según los investigadores los vayan descubriendo y comprobando.
Y los que no somos capaces de sentir y vivir al Amor, tendremos que seguir experimentando vivencias (alegrías, tristezas, pérdidas, reencuentros, penas, risas, lágrimas y dolores) hasta que en alguna de nuestras existencias aprendamos a apreciarlo y a convivir con él.
Ya hace casi un año... pero vale!
Saludos y felicidades, desde Argentina.
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