Viniste a mi como agua limpia que arrastra el río
y te fuiste con toda el agua de tu arroyo,
llevando contigo a los únicos peces que me quedaban.
Supiste llegar a buen puerto,
pese a no seguir mis indicaciones,
pero ahora te perdí el rastro.
Perdí la esperanza de volverte a ver,
desde aquel 98 de febrero,
no se nada de ti.
Cruel vida,
infeliz amada,
dime donde te encuentras
que serás bien tratada.
Te acogeré en mis lunas de cristal
y en mis dunas de miel,
te libraré de todo mal
cuando el daño te lo haga él
- Autor: undun (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de enero de 2014 a las 09:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 141
- Usuarios favoritos de este poema: Ayelén, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Hermoso...Saluditos. Ayelén.
Especialmente hermosa ha sido la lectura de tus preciadas letras amigo Undun
Abrazos de amistad
Críspulo el Hombre de la Rosa
Un poema con gran profundidad y deseos,
Me gusto
Saludos de amistad
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