Sale el labriego en su buey,
con producto de la tierra,
e ignora el carro de guerra,
que trae al triunfante rey.
Hincarse ante él es la ley,
pero a veces la dignidad,
supera la majestad,
de los motivos ajenos,
ya sean malos o buenos,
porque es autolealtad.
- Autor: Manny (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de enero de 2014 a las 13:00
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, santos castro checa
Comentarios1
Especialmente grata ha sido la lectura de tus letras amigo Hector
Abrazos de amistad
Críspulo el Hombre de la Rosa
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