A la máquina de escribir,
compañera de muchos ratos
de un tiempo que sin vivir
mis días iban pasando.
Contigo aprendí veloz
a escribir de otra manera,
contigo me sentí feliz
en invierno y primavera.
Sentada frente al escritorio
mis dedos se deslizaban
sobre las letras del teclado
y rauda sobre el folio las marcabas.
Tu bien inventado mecanismo
me parecía de magia o brujería,
siendo ignorante en la matria
una experta me sentía.
Cartas, textos, poesías
iba yo páginas llenando
para no pensar en las penas
que la vida me estaba dando.
Pero llegamos juntas más lejos
y a escribir un libro me atreví,
la vida de Samuel, mi marido
que se apagaba sin vivir.
Hoy tu imagen obsoleta
dio paso a las nuevas tecnologías
desde donde te escribo contenta
brindándote mi poesía.
Más a ti, compañera de fatigas
siempre te recordaré con ilusión
aunque ahora permanezcas dormida
y como motivo de decoración.
¡Tú, mi querida Olivetti
más bonita que el ordenador!
obedeciéndome al instante
sin necesidad de "ratón".
Fina
- Autor: Fina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de enero de 2014 a las 18:09
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 186
- Usuarios favoritos de este poema: UnaPoetaSum, Josefina Bravo
Comentarios1
Lindo poema querida amiga. saludos de amistad de
JOSEFINA BRAVO
POETISA DE JESUCRISTO
Buenas noches, mi querida poetisa: De nuevo te doy las gracias por leerme...
Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.