Dije “te extraño”, ¡vaya qué cursi!
no más que un clamor desesperado,
un ataque de sinceridad, desliz,
un rato después estaba temblando.
De miedo, susto, arrepentimiento,
quizá también quedé avergonzada
cuando vi tu rostro desfigurado,
tus nervios huyendo en estampida.
Tuve que dar paso a tus disculpas
y así también a tus evasivas,
que corrían a par con tus excusas.
Junto con tus miles de confusiones
huyeron en estampida, mis ganas,
mis deseos, mi desliz, mis pasiones.
- Autor: Estela Kobs ( Offline)
- Publicado: 31 de enero de 2014 a las 11:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Gratificante y amena ha sido la lectura de tus letras estimada poetisa y genial amiga Estela Kobs...
Saludos de sincero afecto de Críspulo
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