Alud ruidoso fluyente por mi espalda:
Que carga se lleva el hombre maldecido por su alma
Oh sátira tan arcaica, no vengas de nuevo a envelar mis hazañas
Que la aurora me canta a lo lejos
Oh que apenas la oigo.
Viene el bosque a formar hogares en mi espalda:
Pero que carga lleva ahora el hombre bendecido por su karma
Oh amada madre, deja de bailar a mis espaldas
Que las aves me oyen a lo lejos
Oh que bajo me sienten
Mi postura revelada por la luz del alba:
Que momento fatídico siente el hombre iluminado por el astro
Oh benévolo capricho de los cielos, que vienen a desnudarme
Que los peces ríen en lo profundo
Oh que me observan siendo tan testarudo
Mis manos ya no sienten fin alguno:
Que incertidumbre siente el hombre enardecido por la tierra
Oh lava pervertida, quemas mi hombría y dejas yagas tras heridas
Que vengan las aguas mal humoradas
Oh que me dejan un abismo a mis pies.
Y se crean habitad en mis axilas:
Que cosquilla ríe el hombre estremecido por el hombre
Oh refugiado, procreaste, me llenas de vida las heridas
Que ya soy parte del ambiente
Oh viene la cultura a pintarme una sonrisa.
Quieto quedo, muerto quedo:
Que sobre explotado queda el ambiente adornado de humanidades
Oh no existo dentro de tu mente
Que ya secaste hasta los mares a testantes
¡¡Ho viene el hombre!! Que dios me ausente.
- Autor: Daniel Manques ( Offline)
- Publicado: 31 de enero de 2014 a las 17:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
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